Inicio Astronomía Europa, el satélite de Júpiter que podría tener océanos subterráneos

Europa, el satélite de Júpiter que podría tener océanos subterráneos

by Jordi Pereyra

Ah, la vieja Europa… Sus frías temperaturas, su superficie reflejante y lisa… Su forma esférica y… Espera, ¿qué?

Europa vista por la sonda espacial Galileo. Crédito: NASA.

Además de un continente, Europa es el nombre una de las cuatro lunas principales de Júpiter y el cuerpo más liso del sistema solar: suponiendo que las colinas de hielo de unos 100 metros de altura (que son la única información que he encontrado al respecto) son las elevaciones más altas que pueden encontrarse en el satélite, si esta luna fuera una bola de un metro de diámetro el bulto más grande que tendría en su superficie mediría aproximadamente 0.0645 milímetros.

Después de este dato inocuo, señalamos que también es  uno de los pocos lugares conocidos que podrían ser candidatos para albergar vida a día de hoy. Bajo la gruesa capa de hielo que cubre su superficie, de entre 10 y 30 kilómetros de espesor, existe una descomunal masa de agua que podría duplicar en masa todos los océanos de la Tierra.

Esquema de Europa, cubierta de un océano con la superficie congelada. (Fuente).

¡Eh, eh! ¡Para el carro! ¿Cómo va a existir un océano debajo de una capa tan gruesa de hielo y tan lejos del sol? ¿Cómo se supone que va a llegarle calor al agua para mantenerla líquida? 

Igual que su compañero Ío, Europa está sometida al tira y afloja gravitacional entre Júpiter y Ganímedes, la luna más grande del sistema solar. Hablábamos del mecanismo en esta entrada sobre volcanes en la que mencionábamos a Ío.

La fricción generada en el interior del planeta mientras éste es estirado por la gravedad y vuelve a su posición es capaz de emitir el calor suficiente como para mantener el agua con la que está en contacto en estado líquido. Tanto es así que se especula que existe un océano de entre 80 y 170 kilómetros de profundidad bajo la superficie congelada de Europa.

Pero si…

Ya sé lo que vas a decir y, sí: aunque los astrónomos no conocen con exactitud la profundidad del océano sobre el que flota la superficie helada de Europa, están muy seguros de que éste existe por los motivos que ahora explicaremos.

Las vetas (grietas de un color más oscuro) de la superficie de Europa tienen este aspecto vistas más de cerca:

(Fuente)

No hay un consenso científico total en cuanto a la formación de estas grietas, pero las dos principales hipótesis no son del todo incompatibles entre ellas.

Como puede verse en la imagen, el tamaño de las grietas es dispar y algunas se cruzan con otras. Una de ellas, a la derecha, incluso parece estar seccionada y sus segmentos desviados de su rumbo original. Una de las hipótesis teoriza que estas grietas aparecen cuando la gravedad de Júpiter tira de la capa de hielo que cubre el planeta en una dirección y Ganímedes tira en la otra. No sería nada raro, teniendo en cuenta que en el punto donde la fuerza de marea es máximo en su órbita (cuando más fuerte tiran de él) los extremos de la superficie que reciben el tirón se elevan unos 30 metros. Y eso que el satélite es sólo un poco más pequeño que nuestra luna.

Pero, claro, como hemos visto, cada grieta apunta en una dirección diferente y tanto Júpiter como las otras lunas del sistema tienen unas órbitas muy estables, así que en teoría las grietas deberían presentarse en unas direcciones muy concretas y tener un tamaño definido.

Aquí es donde entra la relación gravitatoria entre Europa y Júpiter: igual que en el caso de la Tierra y la Luna, Europa siempre apunta hacia Júpiter con la misma cara. Para que sus grietas puedan cruzarse de la manera que lo hacen, la superficie del satélite tiene que haber sido estirada desde direcciones muy diferentes, por lo que, como su situación siempre es la misma, la única explicación restante es que su superficie helada gire alrededor de Europa a una velocidad diferente que la de su interior sólido, lo que no sería posible sin un vasto océano líquido sobre el que resbalar. Comparando los datos mandados por las sondas Voyager y Galileo, se estima que la superficie de Europa da una vuelta alrededor del satélite cada 12.000 años.

La otra explicación para las grietas está basada en el color más oscuro del que está teñido su alrededor, que sugiere que la composición en esas zonas es diferente a la del hielo que las rodea. Se especula este podría ser un indicio de que la formación de las grietas se debe a la acción del agua más caliente del océano subiendo hacia la superficie y rompiendo el hielo desde debajo, para salir a la superficie cargada de minerales diluidos, donde vuelve a congelarse. No sería nada que no hubiéramos visto ya, ya que es un proceso similar al que ocurre entre las placas tectónicas terrestres, movidas por las corrientes convectivas de magma generadas en el interior líquido del planeta.

Algo así, pero con agua. Crédito: BBC.

Otra prueba a favor de la presencia de un océano debajo de la capa de hielo es la ausencia de cráteres de impacto en la superficie Europa. En su lugar, tiene estructuras como esta:

(Fuente)

Esto es la cicatriz del impacto de algún asteroide que atravesó la capa de hielo del satélite y se perdió en el fondo de sus océanos (o incluso en la roca de su interior). A juzgar por la estructura radial de la imagen, el asteroide rompió el hielo, probablemente llenando el agua de la zona de polvo y escombros. Los agradables -160ºC de la atmósfera volvieron a congelar el agua «sucia», cerrando el agujero del hielo y nivelando de nuevo la superficie. Si no existiera un mar bajo el hielo,  lo que veríamos sería un cráter enorme y profundo como los que estamos acostumbrados a ver en otros planetas.

Por si la presencia de una ingente cantidad de agua fuera poco, la atmósfera de Europa contiene una gran cantidad de oxígeno que se especula que podría estar infiltrándose en las grietas del hielo y llegando hasta el océano interior en niveles tan altos que podrían vivir en su interior no sólo microorganismos, sino seres vivos con una demanda de oxígeno mucho mayor, como los peces.

Nos hemos extendido mucho con Europa y no hemos podido incluir toda la información que nos gustaría así que, si queréis, podemos volver a hablar del tema otro día, porque hay información para rato.

 

8 comentarios

8 comentarios

ACCE noviembre 26, 2013 - 8:54 pm

muy interesante, mas información sería muy bueno 😀

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Ruben Mendez Murcio noviembre 26, 2013 - 8:59 pm

MOAR!!

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Fabricio Zárate noviembre 26, 2013 - 9:07 pm

Iba a decir algo sobre petróleo, pero luego me acordé cómo se genera el petróleo, y he quedado como un tonto.
Genial. Buena info.
Gracias, mushashos.

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Fabián Juárez noviembre 27, 2013 - 2:19 pm

Muy buena nota, gracias por compartirla.

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Extream noviembre 28, 2013 - 12:06 am

Me a gustado extremadamente, todo lo referente a Europa siempre llama mucho la atención.

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Anonymous noviembre 29, 2013 - 4:33 am

muy buena la informacion sin embargo yo creo q existencia de vida en este lugar seria imposible generalmente sabeemos ningun organismo sobre vive a -10 °C mucho menos a -160°C aparte que si el agua esta a 30 km de prof bajo el hielo como podria extraerse si a duras penas se puede envia un satelite al espacio mucho menos se podrian enviar retrocabadoras y camiones para extraer el agua. y sin el calor del sol menos q podria haber vida para ser realista eso no pasara jamas. parece mas bien ficcion.

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Frambuesa noviembre 29, 2013 - 4:02 pm

Vamos por partes:
– uando hablan de temperaturas de -10ºC y -160ºC se refieren a su superficie, la teoría es que dentro de esta capa de hielo hay agua, por lo que sumado al oxígeno se dan las condiciones idóneas para albergar algún tipo de vida
– En ningún momento se ha hablado de extraer agua
– El calor está DENTRO del satélite, y se genera por la fuerza que ejercen sobre él Júpiter e Ío
– El agua en estado líquido tiene una temperatura superior a 0ºC, por lo que se cumplen las condiciones para albergar algún tipo de microorganismo.
Saludos

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Sebasqwert mayo 15, 2018 - 6:22 am

Para taladrar la superficie de Europa, no hace falta llevar camiones y retr-excavadoras, De hecho una sonda robot con una broca al frente y tal vez algun mecanismo thermonuclear que deririta el hielo a su paso, junto a un possible sistema de circulacion que suba de alguna manera el liquido desplazado haria el trabajo. No creo en imposibles, hace 100 anos cruzar los oceanos a 40000 ft de altura era solo un sueno…

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