Inicio Astronomía No existe un ‘Planeta X’ en los confines del sistema solar

No existe un ‘Planeta X’ en los confines del sistema solar

by Jordi Pereyra

Hace unos días la NASA anunciaba que su telescopio espacial WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) había rastreado cientos de millones de cuerpos celestes y puntos brillantes en el cielo pero, entre otras cosas, no había encontrado ni rastro de un planeta gigante en los confines de nuestro sistema solar.

Mosaico de imágenes del cielo tomadas en luz visible e infrarrojos. El disco central es nuestra propia galaxia, que vemos desde el lado. (Fuente)

Bueno, ¿Y qué importancia tiene eso? ¿Es que se esperaba que hubiera uno?

No, pero era una opción que tampoco se podía descartar por completo. Aunque lo que más me ha interesado de esta noticia es la oportunidad que da para desmentir de una vez por todas una de tantas teorías conspirativas que circulan por internet.

En 1781 se descubrió el planeta Urano y el seguimiento de su movimiento por el cielo durante el siguiente siglo parecía sugerir que existía un objeto muy grande perturbando ligeramente su órbita. Los astrónomos formularon una hipótesis: que existía un planeta gigante más allá de Urano, pero que estaba tan lejos que encontrarlo resultaba muy difícil.

Los astrónomos se pusieron manos a la obra, tomaron las leyes del movimiento de Newton y las aplicaron al sistema compuesto por el sol, Saturno, Urano y un nuevo objeto con una masa similar a este último. El resultado de sus cálculos fue la órbita de este nuevo planeta y la posición que debería ocupar en el cielo en aquel momento.

Pocas horas después de dirigir el telescopio hacia el lugar predicho por sus cálculos (con un pequeño margen de error debido a sus suposiciones sobre el radio del planeta), encontraron el planeta Neptuno en 1846, que se convirtió en el primer objeto en ser descubierto mediante la predicción matemática y confirmó la validez de las leyes del movimiento de Newton.

Pero los astrónomos notaban que aún podía observarse una pequeña perturbación en la órbita de los dos planetas exteriores, así que repitieron el proceso suponiendo que existía otro planeta más allá de Neptuno.

Suponiendo que aún faltaba otro planeta gigante que descubrir, repitieron el proceso y en el lugar donde buscaban encontraron Plutón en 1930. Pero Plutón es un cuerpo más pequeño que nuestra Luna y tanto Urano como Neptuno tienen un diámetro cuatro veces mayor que el de la Tierra, lo que significa que Plutón no tenía, ni de lejos, la masa para perturbar esas alteraciones. No se encontró nada más en aquella zona, lo que significaba que Plutón había sido descubierto por casualidad y se llegó a la conclusión de que las perturbaciones observadas en Urano y Neptuno habían sido un error observacional. Al fin y al cabo, en aquella época los instrumentos no se caracterizaban por su extrema precisión, que digamos.

(Fuente)

Pero, por falta de medios para confirmar que se había cometido un error, la idea de que exista un planeta gigante (o una estrella enana marrón) más allá de Neptuno perduró en el tiempo, incluso hasta nuestros días, en la mente tanto de los astrónomos como de los conspiranoicos de turno dedicados a lucrarse tergiversándolo todo.

El descubrimiento (o, mejor dicho «no-descubrimiento») del WISE, ha dejado confirmado que no existe ningún planeta gigante más allá de Neptuno ni una estrella enana compañera del sol.

Lo mejor de esto es que, en teoría, debería acabar por fin con los rumores sobre el «Planeta X», también llamado «Niburu», «Hercólubus», «Némesis» o algún otro nombre que suene molón sacado de algún libro religioso.

Si tenéis más o menos presente el 21 de diciembre de 2012, la fecha en la que íbamos a ser destruidos por algún fenómeno cósmico vagamente descrito, a lo mejor os suenan esos nombres, porque todos ellos se referían a lo mismo: un supuesto planeta gigante que cada 3.600 años pasa cerca de la Tierra, despertando volcanes, perturbando nuestro clima y destruyendo gran parte de la vida sobre ella con su potente atracción gravitatoria. Algunos relatos incluso van más allá diciendo que el planeta se lleva las almas de los más «evolucionados energéticamente» o las «asciende a otra dimensión».

Como con todas las conspiraciones de internet, no hay un consenso claro sobre los detalles del asunto que intenta tratar.

Por un lado, hay quienes dicen que ni siquiera es un planeta, sino una estrella enana marrón que orbita también alrededor del sol. Luego hay quién dice que este planeta orbita entre el sol y una estrella cercana con su propio sistema solar y otros directamente defienden que una estrella con su correspondiente sistema de planetas se está acercando directamente hacia nosotros. La prueba de ello, en teoría, es una estrella que está catalogada como Barnard I y que, de hecho,sí  se está moviendo en la dirección del sistema solar.

Pero eso no es más que un intento burdo de camuflar su teoría fraudulenta: en un espacio tridimensional, que algo se mueva en dirección a ti no significa que vaya directo hacia ti. De hecho, esta estrella hará su máxima aproximación a nuestro sistema solar dentro de 9.000 años, a una distancia de 3.8 años luz, sustituyendo en proximidad a la estrella actual más cercana, Alpha Centauri, a 4.2 años luz.

¿Y cómo pueden estar tan seguros de que ahí fuera no hay nada? ¿Y si simplemente es tan oscuro que el satélite no lo ha podido detectar?

La luz es sólo una pequeña parte de todo el espectro electromagnético. El tipo de radiación electromagnética que emite un objeto depende de la energía que contenga, lo que es un resultado directo de su temperatura.

Pongamos como ejemplo un pedazo de metal en una habitación a oscuras. Obviamente, no vamos a verlo a menos que pongamos una fuente de luz externa. Pero ese, por algún motivo, no es nuestro propósito. Si queremos ver el metal sin usar una bombilla, no nos quedará más remedio que calentarlo. A medida que el metal se calienta, empezará a brillar en una tonalidad rojiza, es decir, a emitir radiación electromagnética en el espectro de la luz visible. Si seguimos aumentando la temperatura, el color del brillo irá adoptando un tono anaranjado cada vez más claro hasta volverse completamente blanco.

Si lo calentamos aún más después de que se ponga blanco, empezará a emitir otros tipos de radiación electromagnética más energética: rayos ultravioleta, rayos X y rayos gamma. No podremos ver este tipo de radiación con nuestros propios ojos, pero sí que la seríamos capaces de detectarla mediante instrumentos especializados.

Pero las cosas que están «frías» también emiten radiación, pero tampoco podemos detectarla a simple vista. Tenemos que tener en cuenta que nuestro concepto de frío y calor está sujeto condicionado por nuestra fisiología: en realidad, existe un estado en el que un objeto no tiene nada de energía, por lo que se encuentra a la mínima temperatura posible, el cero absoluto (-273,15ºC o 0ºK). A partir de ese límite todo posee un poco de energía, es decir, está caliente. Por tanto, cualquier cosa que esté por encima del cero absoluto emitirá algún tipo de radiación. Los cuerpos más fríos emiten ondas de radio y, a medida que se van calentando, empiezan a emitir microondas, infrarrojos y, eventualmente, luz visible.

Los seres humanos, debido a nuestra temperatura corporal constante, estamos emitiendo infrarrojos constantemente. ¿No te lo crees? Es precisamente lo que detectan las cámaras infrarrojas.

Una fotografía infrarroja, coloreada con luz visible para que podamos ver algo, por supuesto. (Fuente)

Volviendo al tema que nos incumbe, el satélite WISE es un detector muy sensible de radiación infrarroja, así que puede detectar objetos que no reflejan la luz solar o emiten luz propia, pero que están más calientes que el resto del espacio (que se encuentra a -271ºC).

Precisamente, los dos tipos de objeto que la teoría conspiranoica postula como posibles compañeros del sol emitirían grandes cantidades de radiación infrarroja: la temperatura superficial de una enana marrón ronda entre 430ºC y 1080ºC y el calor contenido en un planeta tan grande también lo mantendría suficientemente caliente como para destacar sobre el espacio.

¿Y si Hercólubus existe y se le ha escapado a la sonda WISE por estar en alguna posición rara o demasiado lejos?

Según la teoría, el planeta gigante mediría unos 570.000 kilómetros de diámetro. El diámetro de Júpiter, en comparación, es de unos 143.000 kilómetros. Estas cosas con un tamaño desproporcionado no pasan desapercibidas en el cielo.

Como dato extra, la primera referencia a Hercólubus aparece en 1956 de la mano de un médium y abogado brasileño que contactaba (creo que no hace falta decir «supuestamente») telepáticamente con un extraterrestre que le advirtió de que este planeta gigante iba a traer el caos al planeta en 1999. Creo que todos los que hemos nacido antes de ese año somos testigos del fallo garrafal de esta predicción.

Pero la autoridad más respetada en internet respecto a este tema (y la que me hace más gracia) es un tal V. M. Rabolú. Y no, V.M, no significa «Victor Manuel» sino «Venerable Maestro». Una eminencia, vaya. Este hombre escribió un libro llamado «Hercólubus o planeta rojo» que, además, pretendía ser un extraño tratado sobre la moral que dice cosas como:

«En Venus no hay degeneramiento sexual como lo hay aquí, que ya hasta los señores curas están casando homosexuales, porque el homosexualismo en ellos no existe; son hombres verdaderos y mujeres verdaderas. Todas estas atrocidades sexuales no se ven sino en nuestro planeta, porque en los demás saben reproducirse sin caer en la fornicación.»

Toda una autoridad.

Cabe destacar también que de vez en cuando Hercólubus resucita en algún bulo nuevo, como el 21 de diciembre de 2012, cuando supuestamente también tenía que borrarnos del mapa. La prueba, según los vídeos falsos que aparecían en Youtube, era que desde 2011 se podía ver el planeta en el cielo. Como en este vídeo, por ejemplo, en el que Hercólobus está tan cerca que se pueden ver sus píxeles:

Si de verdad el planeta estuviera tan cerca como para poder observarse con tal claridad, no nos enteraríamos de su presencia a través de Youtube, sino del caos que provocaría su tirón gravitatorio.

 

19 comentarios

19 comentarios

Jose Maria abril 15, 2014 - 8:30 am

Me encanta tu blog, haces la ciencia entendible para todo tipo de público. Sigue así.

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Fabian castaño abril 16, 2014 - 10:09 pm

Felicidades esta muy completo este blog, me gustaría saber si usted tiene o podría hacer un blog acerca de las diferentes tipos de estrellas.

ya que se hizo mención de enanas marrón la cual es un tipo de estrella que no conocía.

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No existe el planeta X (ni Nibiru) mayo 17, 2014 - 4:30 pm

[…] No existe el planeta X (ni Nibiru) […]

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Carlos junio 15, 2014 - 6:35 am

“En Venus no hay degeneramiento sexual como lo hay aquí».
Eso, segun lo que sabemos del planeta Venus, es totalmente correcto.

No veo porqué criticar tanto al Maestro Bolú.

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Daniel Isaac noviembre 8, 2014 - 4:07 pm

Muy interesante entrada, hacía ya mucho que no leía con tanta asiduidad sobre ciencia y es bueno volver a hacerlo. Gracias por compartir tus conocimientos que no son nada humildes. Seguiré leyendo.

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flor enero 7, 2015 - 4:51 am

2001 – Avistamiento de Hercólubus en el Observatorio de Châtel.
Descubrimiento del 12º planeta. Fecha: miércoles 07 Feb 2001 23:30:32 +0100
Informaron que Hercólubus está al sur de uno de los brazos de Orión y que iban a seguirlo.
2002 – Se realizan 2 fotografías a Hercólubus.
En Mayo y posteriormente en Septiembre de 2002 se dan a conocer 2 fotos de Hercólubus.
2003 – Extraña órbita de Sedna.
La extraña órbita de un planeta enano llamado Sedna también muestra a los científicos la presencia de Hercólubus.
Varios investigadores creen que la inusual órbita de Sedna, 12.000 años de órbita oval de tiempo sólo puede ser explicada por la presencia de un cuerpo celeste con una inmensa masa.
Mike Brown, quien descubrió a Sedna en 2003, dijo:
“Sedna es un objeto muy extraño que no debería estar ahí”.
“No hay manera de colocar a Sedna en donde está. Nunca se acerca lo suficiente como para verse afectada por el Sol, pero tampoco se aleja lo suficiente del Sol para verse afectado por otras estrellas.”
“La única manera de conseguir esa órbita excéntrica es tener un cuerpo gigante muy cerca.”
2003 – Se realiza 1 fotografía a Hercólubus.
El 12 de abril de 2003 se realiza una foto a Hercólubus.
2004 – Harrington, Robert S. publica un estudio sobre la órbita de Hercólubus.
Autor: Harrington, Robert S.( Naval Observatory, Washington, DC.) 10/1991
Publicado en NASA, Washington, Reports of Planetary Astronomy, 1991 p 53 (SEE N92-12792 03-89)
Información pública: 2004
Resumen:
La observación de la región del espacio donde se calcula la situación de Hercólubus debe basarse en las perturbaciones observadas en el movimiento de Urano y Neptuno. Los cálculos indican que Hercólubus está en el sur, por lo que requiere observaciones desde un observatorio en el hemisferio Sur.
2005 – La NASA fotografía Hercólubus.
El 12 de abril del 2005 la NASA realiza una fotografía de Hercólubus, que es denominado Lumi(229).
2006 – La NASA fotografía Hercólubus nuevamente.
El 5 de octubre del 2006 la NASA realiza otra fotografía de Hercólubus
2006 – Marina Popovich y Pavel Popovich hablan sobre Hercólubus.
El 25 de noviembre de 2006, la Coronel rusa Marina Popovich (Cosmonauta y piloto) y su ex-marido el General Pavel Popovich explican que ellos son conscientes de que Hercólubus viene hacia nosotros y de las destructivas consecuencias que tendrá. Podemos esperar la intensificación de las perturbaciones meteorológicas, habrá grandes inundaciones y todo esto irá seguido de grandes terremotos que podrían separar grandes ciudades costeras.
2007 – La NASA realiza 2 fotografías más de Hercólubus.
El 7 de mayo del 2007 la NASA realiza está fotografía de Hercólubus mediante el telescopio de rayos X del satélite Chandra.
El 15 de septiembre del 2007 la NASA realiza otra fotografía de Hercólubus
2007 – Se empieza a utilizar el Telescopio del Polo Sur (South Pole Telescope (SPT)) para seguir a Hercólubus.
A partir del 16 de febrero 2007 – El Telescopio del Polo Sur (SPT), ubicado en la Antártida es utilizado para observar a Hercólubus.
2008 – El Telescopio del observatorio del polo sur (SPT) fotografía Hercólubus.
En enero de 2008, el Telescopio del observatorio del polo sur (SPT) ubicado en Amundsen-Scott realizó varias fotos de Hercólubus.
2008 – Tadashi Mukai y Patryk Lykawka afirman que hay un planeta desconocido en el límite del sistema solar.
El 29 de febrero del 2008 The Daily Galaxy, publica un estudio de los astrónomos Tadashi Mukai y Patryk Lykawka, de la Universidad de Kobe en Japón.
Calcularon que hay un nuevo planeta que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica cada 1.000 años, en un plano inclinado unos 20 ó 40 grados, según las previsiones de los científicos a partir de efectos gravitatorios observados en Neptuno.
2008 – La NASA realiza otra fotografía de Hercólubus.
El 2 de marzo del 2008 la NASA fotografía nuevamente a Hercólubus
2009 – El Parlamento de la India debate sobre Hercólubus.
El Diario “Indian Press” publica el 18 de diciembre del 2009 la pregunta que hace un parlamentario al Primer Ministro Indio: “¿Es cierto que el planeta X se está dirigiendo hacia la Tierra a una velocidad de 20.000.000 millas por año y podría llegar cerca o colisionar en cualquier momento a partir del 2010 causando destrucción así como terremotos y tsunamis?
2009 – El Satelite SOHO de la NASA muestra a Hercólubus.
El 27 de marzo del 2009 las camaras del satelite SOHO detectan a Hercólubus
2010 – Artículo en The Sun “Earth under attack from Death Star”.
El 12 de Marzo de 2010, Paul Sutherland, escribe en el diario “The Sun”:
“Los científicos informan que una estrella invisible podría orbitar el Sol y haber sido la causante de bombardeos mortales de cometas hacia la Tierra”.
Esta estrella es una enana marrón de un tamaño cinco veces mayor que Júpiter y podría ser la culpable de las extinciones masivas que se han producido en la Tierra periódicamente.
La estrella llamada Némesis por científicos de la NASA, es invisible ya que sólo emite luz infrarroja.
Con esto la NASA Admite que esta siguiendo a Hercólubus.
2010 – John Matese y Daniel P. Whitmire estudian la influencia de Hercólubus en la nube de Oort.
John Matese y Daniel P. Whitmire presentan un estudio en la Cornell University Library el 26 de abril 2010 explicando la influencia de Hercólubus en los cometas de la nube de Oort. Explican que los cometas en el sistema solar interior proceden en su mayoría de la misma región de la Nube de Oort, y eso se debe a la influencia gravitacional de un compañero solar que perturba esa parte de la nube, esparciendo los cometas a su paso. En este estudio calculan que Hercólubus es un inmenso planeta 4 veces mayor que Júpiter.
2010 – El Satelite SOHO de la NASA muestra a Hercólubus nuevamente.
El 26 de octubre del 2010 las camaras del satelite SOHO vuelven a detectar Hercólubus

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Carlos M. Díaz marzo 17, 2015 - 4:49 pm

Joder, se nos fastidió la teoría de los Amunakis XD

Y Stargate, tras 10 temporadas de la original, más 5 de Atlantis y una de Universe se van al carajo.

Joroña que joroña

XDXDXD

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m4u4u julio 21, 2015 - 10:11 pm Responder
Amilcar Robles enero 22, 2016 - 4:14 pm

Disculpa por revivir un post viejo, pero quería recalcar que últimamente han vuelto a tomarle importancia a este tema, ya que ciertos investigadores han encontrado, según sus calculos, la posibilidad de que exista un planeta 20 veces más alejado del sol en promedio que la órbita de Neptuno. ¿Has oido algo al respecto?

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Jordi Pereyra enero 22, 2016 - 10:29 pm

Sí, en principio voy a escribir sobre ello el domingo, gracias! 🙂

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Skuh Lee enero 26, 2016 - 9:31 am

Buena explicacion sobre los rayos infrarrojos etc. lo dices como si todos en su casa tuvieran la tecnologia necesaria para corroborar que no hay nada ahi, y explicas como se debe buscar. pero es que nadie en su casa va poder corroborar lo que dices. asumes que se nos paso hacerle fotos infrarrojas y que volvamos a buscar. asi lo planteas. tu como sabes que ahi no hay nada?, simplemente por que la nasa lo dice?. o tu ya tomaste fotos y comprobaste que no hay nada?. en que te basas para decir que no hay nada?. y no lo digo por que sea un creyente de que hay algo ahi, pero al parecer hay evidencia que demuestra que si, o al menos eso parece.

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Eric † (@Eric_Antoine_) marzo 10, 2016 - 2:43 pm

Pués ahora en 2016 resulta que han descubierto que matemáticamente es casi imposible que no exista este planeta. Patraña???

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Manuel marzo 27, 2016 - 12:17 pm

En esta película con más errores científicos y locuras argumentales que palabras en el guión, se habla del tema (es entretenida, no obstante xd).
https://www.youtube.com/watch?v=UobPlCkB1UA

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haruntore septiembre 11, 2016 - 7:39 am

No se porque llamas «cospiranoicos» a los que creen que el Planeta X existe. La teoría de la existencia de este planeta no tiene nada que ver con ninguna conspiración. Los aficionados a la física, la química, astronomía, biología, etc. no os vendría mal aprender un poco más de semántica. 100% recomendado.

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Juan Villarroel Iglesias octubre 21, 2016 - 1:57 pm

Me llama la atención tanta literatura sobre el mentado planeta «X» y demases, que causan alarma pública y una verdadera psicosis con un gran daño especialmente a los menores. No se observen desmentidos oficiales provenientes de organismos especializados como sociedades astronómicas, Colegio de Astronomía,, Académicos de Universidades o el Estado, etc.

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Diego V. octubre 26, 2016 - 4:27 pm

https://www.abc.es/ciencia/abci-planeta-puede-azul-y-hasta-20-veces-tierra-201607011110_noticia.html

Entonces a que juegas estos »hombres de ciencia». Existe o no???, lo que me causa risa es que primero dicen que es imposible que exista con tanta rotundidad y ahora hasta saben cuanta masa tiene XD, ponganse de acuerdo. Hacen que la casería de brujas se escuche mas serio que la llamada ciencia.

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Pepe enero 12, 2017 - 1:51 pm

¿Y las evidencias matemáticas del Planeta Nueve que se han publicado a lo largo del año pasado que?

¿No se supone que la Ciencia duda y que es lo que le permite avanzar en el conocimiento y que no y afirma ni niega nada categóricamente? ¿que está sujeta a constantes revisiones?

Después de la afirmación tajante del titular de este post, y los estudios y las hipótesis que se están formulando últimamente, hay que tener la suficiente humildad como para reconocer que del sistema solar se sabe poco, como para que se pontifique tan ligeramente sobre lo que hay o no en los confines del sistema solar… DIgo yo…

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E. Javier C. febrero 20, 2017 - 10:38 pm

Parece que la ciencia tiene la respuesta. La base de la ciencia es dudar siempre y no dar nada por sentado mientras que no sé demuestre irrefutablemente. https://www.iflscience.com/space/nasa-to-announce-huge-discovery-outside-the-solar-system-this-wednesday/

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Martin mayo 12, 2017 - 1:34 am

Bueno, ahora mi esposa está leyendo un libro llamado Planet X, 2017 arrival. Por David Meade. Yo quisiera también desir que esto fuera mentira, pero no sabemos.

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