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Respuestas (XLVIII): Cáncer

by Jordi Pereyra

Me escribís muchos e-mails preguntando cosas sobre el cáncer. No me extraña: no piensas mucho en esta enfermedad hasta que miras en internet por qué te duele la cabeza dos días seguidos o por qué escuchas un zumbido por la noche. Aunque hay mucha información útil en la red, también hay una cantidad brutal de desinformación y cantamañanas intentando vender productos milagrosos fraudulentos a gente desesperada.

Como no soy ningún experto en la materia y, además, es un tema muy complejo, he tomado las preguntas más frecuentes y he recurrido a alguien que sabe de verdad de lo que habla: mi amigo Félix Rueda, doctor en biología, investigador en la rama de la inmunología oncológica y autor del libro «Me quedo con la cabra«.

Espero que aprendáis tanto de la entrevista como yo.

Ciencia de Sofá: ¿Qué es el cáncer? O sea, ¿Qué distingue una célula cancerígena de una sana?

Félix Rueda: Existe la costumbre de hablar del cáncer, como de una única enfermedad, y seguramente es lógico que la gente reúna en un solo término al conjunto de enfermedades que se encuentran inscritas en el campo de la hemato-oncología. El cáncer es una enfermedad genética, multigénica (es decir, que implica a muchos genes diferentes), multifactorial (que sus causas pueden ser muy diversas) y multiorgánica (que puede presentarse en todo tipo de tejidos y órganos).

Lo que distingue una célula tumoral o cancerígena de una sana, son las mutaciones que las primeras han acumulado y que inducen una desregulación del control de su proliferación, es decir de la división celular (un proceso regulado con una gran precisión en el que están implicados multitud de genes). Mientras una célula sana posee un reloj vital y después de un número de divisiones llega a su diferenciación final y a su muerte programada, las células cancerígenas poseen mecanismos (por ejemplo el alargamiento de los telómeros (unas regiones que se encuentran en los extremos de los cromosomas y que se van acortando con cada división celular, hasta que la célula muere)) para asegurar su supervivencia de forma indefinida (un caso paradigmático es el de Henrietta Lacks, fallecida en 1951 de un cáncer de útero y cuyas células tumorales se pusieron en cultivo poco antes del fallecimiento de su propietaria y en la actualidad siguen creciendo en todos los laboratorios del mundo).

C.D.S:¿Cuáles son las principales causas del cáncer?

F.R: Las causas del cáncer son muy variadas y no resulta fácil dar una respuesta sencilla, pero trataremos de realizar un resumen que resulte lo más comprensible posible.

El cáncer es una enfermedad en la que intervienen factores genéticos y hormonales, hábitos de vida no saludables (como la falta de ejercicio, el consumo de tabaco y alcohol), tensiones emocionales (que reducen nuestra capacidad inmunológica) y una dieta inadecuada. Pero la relación más clara que se observa en todos los estudios, es que su incidencia se incrementa con la edad. En los niños, afortunadamente, la incidencia es muy baja, mientras que con la vejez la incidencia crece de forma exponencial.

Incidencia del cáncer con la edad. La bajada en el número de casos a partir de los 80 años se debe a que no hay mucha gente de 80 años. (Fuente)

La razón de esta constatación epidemiológica es muy simple: a lo largo de nuestra vida vamos acumulando mutaciones y por tanto la probabilidad de desarrollar un cáncer se va incrementado con la edad. Existen cánceres hereditarios, en los cuales las mutaciones o la pérdida de función de un gen se transmite de padres a hijos (como en el caso del proto-oncogen BRAF, que obligó recientemente a Angelina Jolie, por poner un ejemplo de persona conocida, a someterse a una doble mastectomía, para prevenir el desarrollo de un cáncer de mama, que suelen desarrollar las personas que han heredado un gen BRAF anómalo). Sin embargo, los cánceres hereditarios son comparativamente muy escasos. En la actualidad (después de la secuenciación completa del genoma humano), se empieza a establecer que algunos individuos pueden tener una mayor predisposición genética a desarrollar un tumor, aunque resulta difícil establecer de forma precisa la probabilidad.

Pero, aparte de la predisposición genética y del cáncer hereditario, se puede afirmar con poco margen de error que son las condiciones en las que vivimos las que conllevan que acumulemos mutaciones a lo larga de nuestras vidas. Así, por poner solo unos ejemplos, la radiación solar, la contaminación ambiental, determinados aditivos alimentarios, los hábitos tóxicos (como tabaco y alcohol), la obesidad, los procesos inflamatorios y algunas infecciones, entre muchas otras cosas se han relacionado epidemiológicamente con un incremento de la incidencia del cáncer. Sin embargo, hay que recordar que, a menudo, en los mismos lugares donde se presentan estas circunstancias (grandes ciudades de las sociedades occidentales) también coincide con la mayor esperanza de vida de la población (debido a un buen sistema sanitario, una nutrición suficiente y bajo riesgo de infecciones), lo que posiblemente nos indique, que la mayor incidencia de cáncer está relacionada con una prolongación de la vida de la población.

C.D.S: ¿Es verdad que hoy en día hay más casos de cáncer que en el pasado?

F.R: Aunque seguramente es cierto que algunos cambios de hábitos pueden haber variado la distribución de algunos tipos de cáncer (el ejemplo clásico es el incremento de cáncer de pulmón en mujeres, ya que desde los años 60 se han incorporado al consumo de tabaco gran número de personas del género femenino), pero no es menos cierto que la prevención ha conseguido reducir de forma muy significativa otros tipos de cáncer (como en el caso del cáncer de mama).

Así, como afirmaba anteriormente, creo que sobretodo el incremento de incidencia se debe fundamentalmente al incremento de la edad de la población general y seguramente también a una metodología diagnóstica más sofisticada y a una detección más precoz de la enfermedad (por el control sanitario exhaustivo de la población geriátrica, que posiblemente en el pasado no existía de forma tan generalizada y los procesos patológicos y la muerte a partir de cierta edad se consideraban una consecuencia de la edad). Pero seguramente, si se realizara un estudio comparativo por franjas de edad (considerando que se ha mejorado mucho el diagnóstico) entre la sociedad actual y la de hace 50 años, las diferencias serían escasas, y sin embargo, la supervivencia en muchos tipos de tumores se ha incrementado de forma muy considerable.

C.D.S: ¿Existen de verdad alimentos concretos que ayuden a prevenir el cáncer?

F.R: Desde luego no existen dietas milagrosas, pero sí claras evidencias de que un cierto tipo de alimentación se asocia a una menor incidencia del cáncer. Por ejemplo, una dieta muy rica en fibra vegetal, mejora, entre otras muchas cosas, nuestras expectativas en cuanto al cáncer del tracto gastrointestinal. También parece claro en los estudios epidemiológicos, que las dietas ricas en frutas y verduras, y bajas en carnes y grasas saturadas, se asociación con una menor incidencia del cáncer. Por supuesto sacar de nuestras costumbres los hábitos tóxicos como el tabaco, seguro que también ayuda.

Durante mucho tiempo, y seguramente esto no cambiará, han circulado muchos mitos sobre algunos alimentos con propiedades milagrosas contra el cáncer (como el ajo, la cebolla, el té verde, la cúrcuma, el pomelo, etc.) y todos ellos poseen propiedades beneficiosas, pero lo mejor es no obsesionarse y mirar de consumir una dieta sana, variada y equilibrada, que, por supuesto, puede contener estos alimentos y muchos otros de los que ahora les daré una relación.

Los denominados alimentos funcionales, poseen compuestos bioactivos que ejercen una actividad biológica en el organismo con beneficios para nuestra salud. Existen evidencias científicas de que entre ellos, algunos poseen propiedades anticancerígenas debido a sus propiedades antioxidantes o a su efecto en la regulación de ciertos genes, que controlan el crecimiento y la proliferación de las células tumorales. Ejemplos de estos alimentos funcionales son las coles y otras crucíferas que presentan indoles; la zanahoria o el melocotón que poseen la vitamina A; los cítricos, la piña y la pera que poseen flavonoides; el tomate y las fresas que presentan los licopenos; las uvas, ciruelas, berenjenas, tomates y pimientos flavonoles, como la quercetina, y las flavonas como la luteolina, también en lechugas, melón o espinacas y el vino que presenta el resveratrol, por poner unos pocos ejemplos.

A todos estos compuestos se les han demostrado propiedades anti-tumorales. ¿Quiere decir esto, que si tomo en mi dieta todos estos productos no sufriré un cáncer? No, no existe nadie que le pueda asegurar esto, sólo se puede afirmar que estos productos tienen efectos beneficiosos. Por lo que, yo les recomendaría que no se obsesionen, el estrés también posee influencias negativas, tomen dietas ricas, variadas y equilibradas, hagan ejercicio y tomen un buen vino moderadamente y según se edad, realicen un control periódico de su salud. Creo que este es el mejor consejo que se puede dar contra el cáncer.

C.D.S: Una vez contraído el cáncer, ¿Es realmente la quimioterapia (o la cirugía) la mejor opción para tratarlo? ¿Qué hay de las terapias alternativas?

F.R: Tradicionalmente los protocolos que se siguen en el tratamiento del cáncer (aunque no siempre en este orden) son cirugía, quimioterapia y si se considera necesario radioterapia (braquiterapia cuando se puede).

Posiblemente la quimioterapia no sea el tratamiento ideal para el cáncer y en un futuro no muy lejano tendremos medicamentos mucho más específicos para cada tipo de cáncer y se podrá desarrollar lo que se conoce como medicina personalizada, pero de momento la quimioterapia es el tratamiento más efectivo que tenemos.

Antes de la aparición de los antibióticos, las heridas de guerra se saldaban con amputaciones de los miembros dañados, esto que ahora nos puede parecer brutal, salvaba muchas vidas. Con la quimioterapia puede suceder algo similar, es posible que dentro de 50 años nos parezca brutal, pero ahora salva vidas.

En la actualidad una amplia batería de productos, permiten realizar combinaciones que permiten tratamientos, bastante efectivos y con una toxicidad moderada. Sin embargo, cada día aparecen nuevos medicamentos mucho más específicos que actúan directamente sobre los genes o las vías celulares afectadas. También los avances en la nanotecnología y la nanomedicina están desarrollando formas de vehiculizar los fármacos directamente a las células tumorales sin afectar a las células sanas, evitando los efectos secundarios de las altas dosis. Asimismo, se están desarrollando vacunas contra las células tumorales, educando al sistema inmunológico para que las ataque de forma específica, Por su parte, los tumores, a menudo, tienden a desarrollar mecanismos para inhibir la respuesta inmunológica, protegiéndose de esta manera de sus ataques. También se han desarrollado, fármacos basados en anticuerpos que reconocen de forma más o menos específica algunos antígenos en las células tumorales.

En cuanto a las terapias alternativas, no sé qué decir. Se trata de un terreno muy resbaladizo. ¿Qué quiere decir terapias alternativas?¿Un fármaco que se está desarrollando en unos laboratorios y todavía no se ha probado en seres humanos o un chamán que te impone las manos para sacarte las energías negativas?. Recomendaría prudencia. En el mundo hay mucha gente sin escrúpulos, que estafará sin ningún pudor a personas que están desesperadas porque nadie les da ninguna alternativa.

Antes de lanzarse al vacío de lo desconocido, infórmense sobre la veracidad de las terapias que les ofrecen, las clásicas y las alternativas, pero recuerden que al menos la ciencia sigue un método que precisa de ensayos fidedignos para aceptar un resultado.

 

 

4 comentarios

4 comentarios

Aline Betty Chan julio 17, 2014 - 5:22 pm

Muy interesante información!

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Francisco Granados septiembre 5, 2014 - 10:15 am

Como alumno de último año de Medicina y ya curtido e informado en terapias alternativas, he de decir que nuestro amigo Félix Rueda ha sido demasiado benévolo con ellas. Quien quiera gastarse su dinero en «placebo caro» como son la homeopatía y la acupuntura, por ejemplo, que lo haga; pero, por favor, que no deje de tratarse contra su cáncer con los tratamientos que le recomiende su médico. En el caso de un resfriado, pueden ser terapias alternativas; pero en el caso de un tumor, mejor que se llamen terapias complementarias.

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marc septiembre 27, 2014 - 5:34 am

Querria saber como funcionan las metastasis, pues entiendo que un cancer pase de organo a otro por infiltracion pero no por la circulacion, puesto que entonces deberiamos poder detectar celulas cancerigenas en la sangre, y ademas porque no sucede siempre con los mismos casos de canceres?
Gracias

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Fulvio mayo 31, 2020 - 5:26 pm

Genial!!

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