Rogério Bernal me explicaba que en la película Los 4 Fantásticos, la antorcha humana podía emitir tanto calor y llamas con una técnica llamada «supernova» que ponía en peligro a todo el mundo por poder agotar todo el oxígeno del planeta. Su pregunta es, entonces, «¿Una temperatura muy elevada incendiaría la atmósfera o se agotaría rápidamente su reserva de oxígeno?»
Buscando la temperatura de la antorcha humana (hoy me toca manejar datos muy serios) alguien especula que, basándose en su capacidad para convertirse en una masa de plasma y el color rojo oscuro en el que brilla, arde a 416ºC en estado de reposo. Hasta el 80% de las calorías que consumimos al día se usan para regular la temperatura corporal y mantener la mayoría de funciones involuntarias, menos la digestión. Para mantener su cuerpo a esa temperatura, suponiéndola uniforme, la antorcha humana necesitaría unas 20.000 kcal diarias.
Sólo para estar tirado en el suelo sin hacer nada en absoluto nuestro flamífero amigo tendría que comer 72 hamburguesas cada día.
Aunque pueden sustituirse por 138 kg de lechuga iceberg o 2.22 kg de manteca de cerdo, según los gustos.