Uno de los términos más confusos que rondan tanto por internet como por las librerías es la palabra «energía«. Este concepto se utiliza en una gran variedad de situaciones, desde los textos científicos académicos hasta los círculos más esotéricos, así que es normal que mucha gente tenga una idea muy difusa de lo que es la energía y muchas veces no sea consciente de que hay contextos en los que el término no significa nada en absoluto.
Por tanto, hoy voy a intentar aclarar qué es la energía para que nos sea más fácil distinguir cuándo una persona nos está intentando vender (literal o metafóricamente) una idea que se está sacando de la manga.
La energía es «la propiedad que se debe transmitir de un objeto a otro para que pueda realizar un trabajo«. A su vez, el trabajo es una magnitud física que representa «la capacidad para mover cosas de un lugar a otro«. Por tanto, cualquier fenómeno que pueda provocar un movimiento estará transmitiendo alguna forma de energía a su entorno.
Por ejemplo, cuando el agua cae a través de los conductos de una presa, hace girar unas turbinas que generan electricidad. Como su movimiento se puede transmitir a otros objetos, el agua produce energía. Esta capacidad que tienen las cosas que están en movimiento para mover otros cuerpos se llama energía cinética.
Esquema adaptado de aquí.
Sí, bueno… ¿Y qué tipo de energía hace que los fogones de la cocina o el microondas calienten la comida? Porque el metal de las ollas está quieto todo el rato y la comida del microondas no se pasea por encima del plato, así que nada está realizando un «trabajo» sobre ellas.
Buen apunte, voz cursiva. Es verdad que, a primera vista, hay muchos fenómenos que parecen no producir trabajo y, por tanto, da la impresión de que no pueden estar generando energía. Pero si miramos la realidad con más detenimiento, incluso lo que está quieto está lleno de movimiento.
Como hemos visto en otras entradas, la temperatura de un objeto refleja la velocidad a la que se mueven las partículas que lo componen: cuanto más rápido se muevan los átomos de una sustancia, más caliente estará. Sabiendo esto, es fácil ver por qué el calor que producen un fogón o un microondas también es una forma de energía.