Las aplicaciones del mercurio son muy limitadas en la actualidad porque ahora conocemos los efectos nocivos que tiene este elemento sobre los seres vivos. Pero, en el pasado, cuando su toxicidad no estaba tan bien estudiada, el mercurio tenía usos tan dispares como la extracción de oro, la producción de maquillaje o la fabricación de explosivos destinados al armamento.
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