Esta fue mi respuesta inicial.
Tengo que aclarar que, en el momento en que estoy empezando a escribir esto, no tengo ni idea de cual es la respuesta, pero no puedo evitar imaginar que el coche tendría que ir a velocidades superiores a las del sonido. De ahí la risa.
Vale, lo que Iván plantea es esto:
Para aguantar el peso del automóvil, la rueda deshinchada tiene que mantener su forma original pese a tener todo un coche descansando sobre ella. En condiciones normales, el gas confinado por la goma del neumático es el que soporta ese peso, pero ahora el aire está fuera de la ecuación. La goma del neumático tiene que apañárselas ella sola para, de algún modo, aguantar el peso del coche.
Y aquí entra en juego la fuerza centrípeta.
Si tú y un amigo cogéis una cuerda de un extremo cada uno y uno de vosotros empieza a girar alrededor del otro, podrá sentir la fuerza centrífuga. Es esa sensación que parece intentar empujarte en dirección contraria a la cuerda que estás sujetando. La misma fuerza es la responsable de que el agua contenida en un cubo se mantenga pegada contra la base mientras éste gira, impidiendo que el líquido se derrame aún estando el cubo boca abajo.
Total, que la aceleración centrípeta actúa sobre cada punto del contorno de una rueda que está girando. El sistema de fuerzas que actuará sobre nuestra rueda será el siguiente:
Ahora toca asumir unas cuantas cosas.
– Conducimos una flamante Citroën Berlingo.
– Todas las ruedas están reventadas.
– La masa máxima de carga es de 2065 kg.
– El peso se reparte uniformemente entre las cuatro ruedas.
Cada rueda aguanta una cuarta parte del peso del coche. Por tanto, para que la rueda se mantenga «hinchada», la zona de contacto con la carretera tendrá que ejercer la misma fuerza contra el suelo que el peso que el coche ejerce sobre ella y tiende a aplastarla. Teniendo en cuenta el grosor de la rueda (1 cm), el tamaño de la huella (285 centímetros cuadrados) y la densidad de la goma (1,2 kg/litro), tenemos que la masa de la zona de contacto es de 0.342 kg. Esta es la masa que, impulsada por la aceleración, tiene que aguantar el peso del coche.
Sabiendo que la fuerza es igual a la masa por la aceleración centrípeta, donde la fuerza es el peso del coche repartido entre cuatro ruedas (5.162,5 N), y que la aceleración centrípeta es igual al cuadrado de la velocidad entre el radio (en este caso de 22 cm), podemos encontrar la velocidad necesaria para que la aceleración de la rueda compense el peso del automóvil.
Obtenemos que el coche tiene que ir a 58 m/s o, lo que es lo mismo, 209 km/h. Para nuestras ruedas, serían unas 2.520 revoluciones por minuto. No parece tanto en términos de velocidad: mi primera impresión era una furgoneta moviéndose a velocidades súper sónicas, así también me he decepcionado al principio.
Pero luego he encontrado este vídeo de un ruso circulando por la carretera con las cuatro ruedas pinchadas:
Este coche debe estar moviéndose a… ¿Cuánto? ¿20 km/h? ¿30? No lo sé, pero va muy lento y parece que le cuesta mucho mantener el rumbo. O sea que, en nuestro escenario, este tío tendría que conseguir alcanzar los 209 km/h. Eso ya se acerca más a la situación absurda que esperaba.
Si el ruso del vídeo consiguiera poner el coche a 209 km/h sin matarse (y, dada su nacionalidad, muy probablemente sea capaz de hacerlo), las ruedas volverían a «hincharse» y el coche se estabilizaría, permitiéndole conducir sin percances. Eso sí, tendría que seguir conduciendo eternamente a esa velocidad, ya que frenar sería una posibilidad que quedaría fuera de su alcance.
En Ciencia de Sofá tenemos un último consejo mecánico para ti, Iván: siempre puedes comprarte estas ruedas y olvidarte para siempre del problema de los pinchazos.
2 comments
Gracias. Si que es una velocidad inesperada. Habría que probar con uno de esos vehículos militares que pueden controlar la presión de los neumáticos mientras están en marcha.
(The final Countdowsn!!!!! Tu, tu, tu, tuuuuu!!!…. )
No es necesario un vehículo militar, muchos camiones y autocares los usan, así cómo máquinas de obras públicas (compactadores de neumáticos) que tienen que cambiar la presión de los neumáticos según el trabajo a realizar, además, es mas sencillo usar la «Mousse» que se utilizaba en los coches de rallyes para evitar que, si pinchaban, tuvieran que ir mas despacio. (https://img.interia.pl/motoryzacja/nimg/moto363104.jpg) aquí unos neumáticos de tierra, de varios dibujos, uno cortado para que se vea la mousse antipinchazos,
El mayor problema de circular a altas velocidades con la rueda pinchada, es que la flexión de las paredes del neumático hace que la temperatura del mismo suba hasta niveles catastróficos (el famoso «reventón», que se produce por una presión inferior a la necesaria y NUNCA por un exceso de presión)Y en estos casos, la fuerza centrípeta produce más daño que ayuda, no hay mas que ver lo que le ocurre a la carcasa de un F1 cuando pincha