Los inventos que podrían revolucionar el paradigma energético suelen despertar mucho interés, por lo que son muy susceptibles a ser mal interpretados por la prensa o a formar parte del guión de alguna de las incontables teorías conspiratorias que circulan por internet.
Teniendo en cuenta que últimamente se habla bastante de generadores de fusión nuclear como solución a nuestras crecientes necesidades energéticas, no es de extrañar que me estéis mandando algunos mensajes preguntando por la llamada fusión fría. ¿Es posible la fusión fría? ¿De verdad hay máquinas capaces de producirla?
…Y, más importante aún, ¿qué es la fusión fría?
Sí, claro, gracias, voz cursiva. Vamos a echarle un vistazo al tema.
Una tecnología alimentada por la fusión nuclear tendría el potencial de generar una cantidad de energía tremenda a partir de una cantidad mínima de combustible: la fusión de un kilo hidrógeno para formar helio libera más energía que 10 millones de kilos de combustibles fósiles.
(Fuente)
El concepto es estupendo pero, por desgracia, como comentaba en este artículo que escribí para El Confidencial, hasta ahora no se ha conseguido que ninguna reacción de fusión nuclear que genere más energía de la que se invierte en producirla… Y, a día de hoy, la reacción que se ha podido mantener estable durante más tiempo sólo ha durado 30 segundos.
Así que, de momento, el panorama no es muy esperanzador, pero tampoco es de extrañar: fusionar átomos es un percalazo.