El otro día Irene Pino me mandó una animación en la que aparece una roca que parece contener agua líquida en su interior y comentó que podría ser un tema interesante para una entrada. Me gustaría colgar la animación directamente, pero pesa bastante y ya me ha reventado el servidor suficientes veces, así que la podéis ver haciendo click aquí.
Y, efectivamente, es interesante. ¿Qué es lo que estamos viendo? Bueno, el agua puede terminar metida en una roca de manera natural de varias formas, así que vamos a echarles un vistazo en el orden que se me han ocurrido cuando he intentado responder a esta pregunta.
A veces, por muy maciza que parezca una roca, es posible que en su interior existan huecos vacíos que aparecen durante su formación. Por un lado, la lava que sale del interior de nuestro planeta suele ir acompañada de gas que puede quedar atrapado en el interior de las rocas mientras se enfrían y solidifican, dejando huecos en invisibles que no se pueden ver desde fuera. Estos mismos agujeros se pueden encontrar también en las rocas sedimentarias, formadas por la compactación de pedazos más pequeños de roca. Entre esos pedazos de roca de distinto tamaño también pueden aparecer huecos que se vuelven permanentes a medida que el material se consolida con el paso de los años.
Y a veces ocurre que el agua empieza a fluir a través de los huecos que hay dentro de estas rocas, ya sea porque hay alguna grieta por la que el líquido se puede colar o por la propia porosidad del material. En este caso, los minerales que transporta el agua se van depositando lentamente sobre las paredes interiores de estos huecos, formando cristales poco a poco. Explicaba con más detalle le proceso de cristalización en esta entrada sobre la Cueva de los Cristales gigantes en México y en esta otra entrada sobre la formación de minerales.