Cada vez que comparto la entrada en la que hablo sobre por qué sabemos que el ser humano ha llegado a la Luna, aparece un lector (o, al menos, alguien que comenta la página de Facebook) en la sección de comentarios que me reta a desmentir lo que, según él, es la prueba que demuestra de una vez por todas que la llegada a la Luna fue un montaje.
Por desgracia, no pude leer su argumento hasta que, unas semanas más tarde, me mencionó en un comentario en el que anunciaba al mundo que hacía tiempo que me había enviado el reto, pero que yo no había tenido suficiente queso en mis enchiladas como para plantar cara a su teoría.