Hace unos días la NASA anunciaba que su telescopio espacial WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) había rastreado cientos de millones de cuerpos celestes y puntos brillantes en el cielo pero, entre otras cosas, no había encontrado ni rastro de un planeta gigante en los confines de nuestro sistema solar.
Mosaico de imágenes del cielo tomadas en luz visible e infrarrojos. El disco central es nuestra propia galaxia, que vemos desde el lado. (Fuente)
Bueno, ¿Y qué importancia tiene eso? ¿Es que se esperaba que hubiera uno?
No, pero era una opción que tampoco se podía descartar por completo. Aunque lo que más me ha interesado de esta noticia es la oportunidad que da para desmentir de una vez por todas una de tantas teorías conspirativas que circulan por internet.