Después de leer las últimas noticias sobre Oumuamua (el asteroide interestelar que está atravesando nuestro sistema solar) y enterarse de que este objeto se mueve a la vertiginosa velocidad de 26 kilómetros por segundo, Isaac González me envió un e-mail con la siguiente duda: ¿podríamos convertir Oumuamua en una «nave» para recorrer largas distancias a través de la galaxia sin tener que usar combustible?
Y resulta que la idea de movernos por el espacio a bordo de asteroides no es nueva pero, para responder a la pregunta de hoy, primero habrá que ver por qué viajar entre las estrellas es una tarea más complicada de lo que las películas sugieren.
Si tu intención es moverte libremente por el espacio, entonces necesitas tener muy en cuenta el concepto de velocidad de escape: la velocidad mínima a la que debes desplazarte para escapar de la influencia del campo gravitatorio de un objeto. Cuanto más cerca te encuentras de un planeta o una estrella, más intensa es la fuerza gravitatoria que actúa sobre ti y, por tanto, mayor es la velocidad necesaria para escapar de su tirón gravitatorio.
Dicho de otra manera: si la velocidad de tu nave es inferior a la velocidad de escape del planeta del que quieres huir, el tirón de su gravedad irá reduciendo tu velocidad a medida que te alejas de él hasta que te detenga por completo y luego te arrastre de nuevo hacia la superficie. Por ejemplo, una nave que despegue desde la superficie terrestre tendrá que alcanzar una velocidad mínima de 11 km/s para escapar del campo gravitatorio de nuestro planeta… Y, si no lo consigue, caerá de nuevo hacia el suelo.
Es un poco como cuando tiras un piedra hacia arriba y vuelve a caer, ¿no?
Exactamente, voz cursiva.