Para descubrir otro sistema solar no basta con apuntar un telescopio hacia una estrella y contar cuántos planetas ves a su alrededor. Entre las distancias inconcebibles que nos separan de estos exoplanetas y la poca luz que reflejan la mayoría de ellos, su existencia casi siempre se infiere de manera indirecta midiendo cuánta luz de su estrella tapan cada vez que pasan frente a ella o a partir de su leve influencia gravitatoria sobre el astro.
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