Siempre me han interesado los calamares gigantes. Los imagino sumergidos en las frías y oscuras profundidades marinas, a cientos de metros bajo la superficie, en un silencio total, esperando alguna presa incauta sobre la que abalanzarse, rodearla con sus tentáculos y llevarla hasta su pico para trocearla y… Bueno, no adelantemos acontecimientos. La cuestión es que son lo más parecido a una criatura extraterrestre sacada de una película de terror mala que se me ocurre.
A parte, no sabemos prácticamente nada de ellos, lo que los hace más interesantes. Así que, nada, hoy vengo a escupir la información que he recopilado sobre ellos.
Podemos empezar hablando de su tamaño porque, claro, precisamente es la característica que los hace peculiares. Como el resto de calamares, los calamares gigantes tienen ocho brazos y dos largos tentáculos. Los ocho brazos no son literalmente brazos como los nuestros, por supuesto, sino tentáculos más pequeños. De hecho, de los hasta 13 metros de longitud que pueden llegar a medir las hembras de calamar gigante (el macho llega hasta los 10 metros), su cabeza y brazos combinados representar más de 5 metros. El resto corresponde a los dos tentáculos.
En cuanto a su peso máximo, las hembras andan alrededor de los 275 kg las hembras y los machos rondan los 150 kg.