Inicio Física Patrañas (XIV): ¿Tienen los zahoríes algún don especial que les permite encontrar agua?

Patrañas (XIV): ¿Tienen los zahoríes algún don especial que les permite encontrar agua?

by Jordi Pereyra

Hacía tiempo que tenía la sección de Patrañas abandonada, así que creo que es buena idea retomarla con una práctica por la que me habéis preguntado varias veces: el zahorismo.

A los zahoríes se les atribuyen muchas habilidades como, por ejemplo, la de encontrar objetos perdidos o tesoros enterrados, pero a la mayoría de vosotros os sonarán como esa gente que presuntamente es capaz de encontrar agua subterránea con la ayuda de un «don» especial y dos varillas de metal que sujeta en sus manos y le guían mientras pasea por el campo. Si las varillas no os resultan familiares, puede que os suene algún otro de los instrumentos que utilizan (y que también reaccionan ante el más mínimo movimiento):

(Fuente)

¡Vaya! ¿Y cómo puede «la ciencia» explicar que haya gente que sabe detectar agua bajo tierra sin ayuda de la tecnología? Jaque mate «oficialistas».

Para el carro, voz cursiva. La gente que cree en la utilidad de este método proporciona varias explicaciones: hay quién sostiene que los zahoríes simplemente han nacido con un don que les permite detectar algún tipo de radiación misteriosa que emite el agua e incluso hubo quién postuló que bajo la superficie terrestre existe una red de «líneas energéticas» que sólo los zahoríes pueden percibir (una idea que se merece una entrada de patrañas para ella sola).

Pero todas estas interpretaciones cometen el mismo error: asumen que los zahoríes realmente son capaces de encontrar agua mediante algún tipo de mecanismo extraordinario que tiene una causa desconocida. Y es muy importante tener esto en cuenta porque, como imaginaréis, intentar desentrañar un misterio con explicaciones enrevesadas no nos va a llevar a ningún lado si el misterio sólo existe dentro de nuestras cabezas.

En este sentido, antes de intentar explicar cómo se las apañan los zahoríes para encontrar agua subterránea con sus poderes, primero hay que preguntarse si:

  1. Los zahoríes realmente son capaces de encontrar agua de manera más efectiva que los no zahoríes.
  2. La encuentran utilizando ese «don» que supuestamente los caracteriza y no otro método «convencional».

Para ver si existe alguna prueba que sugiera que los métodos de los zahoríes les permiten encontrar agua subterránea, hablemos un poco de acuíferos para tener un poco de contexto.

  1. ¿Qué pinta tiene el agua subterránea?

En primer lugar, creo que es importante que veamos de qué manera se acumula el agua bajo tierra, porque parece que mucha gente piensa que el agua se está guardada bajo la superficie en el interior de grandes huecos y cuevas formadas entre las rocas, como si fueran una especie de bidones subterráneos. Aunque ese puede ser el caso en algunos lugares muy concretos, la mayor parte del agua subterránea del planeta simplemente está infiltrada entre los granos de la capa de tierra suelta que hay bajo nuestros pies.

De hecho, las plantas son capaces de extraer agua del terreno en el que están ancladas precisamente porque el suelo absorbe el líquido como una esponja. Si el agua estuviera encerrada en unos espacios muy concretos entre las rocas, las raíces de las plantas no podrían acceder a ella y morirían.

Pero, claro, el agua que está más cerca de la superficie no tarda mucho en secarse porque se está evaporando constantemente, de modo que para acceder a ella no queda más remedio que ponerse a cavar. La profundidad mínima a la que se puede encontrar agua bajo tierra llama el nivel freático.

(Fuente)

De hecho, es probable os hayáis tapado alguna vez con el nivel freático durante vuestra juventud si cada vez que ibais a la playa os dedicabais a excavar el agujero más profundo posible. Si es así, recordaréis que la arena del fondo de vuestro pozo se iba humedeciendo cada vez más a medida que avanzabais, hasta que llegaba un punto en el que había tanta agua en el agujero que las paredes de la estructura se empezaban a debilitar y vuestro proyecto terminaba desmoronándose.

En realidad, vuestra obra de ingeniería iba a fracasar tarde o temprano porque, aunque hubierais decidido empezar a cavar en otra zona de la orilla, el agua del mar llega a filtrarse por debajo de la superficie a través de toda la arena de la playa. Y este dato es importante porque, como el agua se puede propagar por el espacio que hay entre los granos de tierra que componen el suelo, los acuíferos pueden abarcar vastas extensiones de terreno si está compuesto por un material que permita la filtración del agua.

Por poner un ejemplo de la extensión que puede llegar a abarcar una masa continua de agua subterránea, el acuífero de Ogallala (EEUU) ocupa un área de unos 450.000 kilómetros cuadrados y proporciona alrededor del 30% del agua que usa el país para regar sus cultivos.

(Fuente)

Por tanto, encontrar agua no es una tarea muy difícil si tu casa está construida sobre una de estas grandes superficies. De hecho, dependiendo del lugar en el que vivas, lo difícil sería no encontrar agua cada vez que cavas un agujero lo suficientemente profundo.

Sabiendo esto, pasemos a la siguiente pregunta.

2. ¿Cómo podemos saber desde la superficie si en un lugar concreto hay agua subterránea?

Teniendo en cuenta que el agua se filtra a través de los pequeños espacios que hay entre los granos de tierra, el factor que más influirá en la presencia de agua subterránea en un lugar determinado será el tipo de terreno: los suelos rocosos no suelen acumular mucha agua en su interior, mientras que las superficies cubiertas por una capa gruesa de material sedimentario más poroso podrán contener una gran cantidad de líquido.

Un segundo, que no todos somos unos locos de las piedras. ¿Qué significa eso de «superficies cubiertas de material sedimentario»?

Me refiero a lugares donde la capa más superficial del suelo está cubierta de material que ha sido erosionado por el agua y el viento en otros lugares y reducido a pequeños pedazos de materia. Como hemos visto en la segunda ilustración de esta entrada, los espacios que hay entre estos pequeños trozos de roca son los que acumulan agua con mayor facilidad.

Suelos de este estilo, por ejemplo. (Fuente)

Teniendo en cuenta que los suelos de origen sedimentario son los más comunes, no es de extrañar que el agua subterránea abunde en la superficie terrestre. Básicamente, en cualquier lugar que llueva de manera ocasional y que tenga la geología adecuada acumulará agua bajo tierra (nota importante: otra cosa es que ese agua sea o no potable, ese es otro asunto). En España se puede encontrar agua subterránea bajo el 70% de la superficie del país, por poner un ejemplo.

O sea, que las aguas subterráneas no sólo pueden abarcar grandes extensiones de tierra, sino que además son un fenómeno muy común. Sabiendo esto, por fin podemos hablar sobre las habilidades de los zahoríes.

 3. ¿El «don» que usan los zahoríes para encontrar agua es más efectivo que los métodos de los hidrogeólogos?

Como hemos visto, si la región en la que vives cumple los requisitos básicos para acumular agua bajo la superficie, lo más probable es que encuentres agua en cualquier lugar en el que se te ocurra cavar un agujero. Es decir que, como el agua subterránea es tan abundante, alguien podría encontrar agua con una frecuencia elevada cavando agujeros en lugares aleatorios, por estadística pura y dura.

O sea, que no podemos decir que un método para encontrar agua sea útil simplemente porque nos permita encontrar agua de vez en cuando. Eso sería como decir que tienes poderes telequinéticos porque puedes acertar si saldrá cara o cruz el 50% de las veces que lanzas una moneda al aire. Para saber si el método que utilizan los zahoríes es realmente efectivo, habrá que comprobar si les permite encontrar agua más a menudo de lo que cabría esperar por puro azar… Y cómo influye su «don» en sus predicciones.

Por un lado, los hidrogeólogos deducen si el agua está presente bajo el suelo con la ayuda de mapas geológicos que les indican las diferentes capas de material que hay bajo la superficie de la zona en la que están trabajando y el rango de profundidades que abarca cada una. En el caso de que no dispongan de mapas, también se pueden fijar en los detalles de la superficie que les rodea para deducir en qué lugares es más probable encontrar agua y, por tanto, dónde es mejor hacer sus propias exploraciones.

Por ejemplo, aunque en la ladera de una montaña se den las condiciones ideales para que el agua se filtre en el suelo, el líquido tenderá a fluir hacia lugares más bajos, acumulándose en un terreno más plano. La presencia afloramientos rocosos también les podría indicar la presencia de una capa impermeable que impide la filtración de agua en el suelo o incluso el crecimiento de determinados tipos de plantas puede ser un indicativo de la cantidad de agua que puede haber bajo la superficie.

Una hidrogeóloga tomando muestras de agua subterránea. (Fuente)

En cualquier caso, los hidrogeólogos pueden establecer de una manera muy efectiva si hay agua bajo la superficie o no a través del estudio del terreno. Y, por supuesto, esto les permite encontrar agua con una frecuencia mucho mayor que alguien que se pasea por el campo haciendo agujeros al azar.

Los zahoríes, por su parte, sostienen que utilizan su intuición y sus instrumentos para detectar el agua sin ayuda de nada más. Pero esta afirmación no termina de ser del todo fiable, porque los zahoríes disponen de otros instrumentos que no mencionan: unos ojos con los que, igual que los hidrogeólogos, pueden observar el terreno que les rodea en busca de pistas que revelen la presencia de agua. La pregunta que nos permitirá resolver el misterio es, entonces, si los zahoríes encontrarían agua si dependieran solamente de su supuesto don y no pudieran obtener información su entorno de ninguna otra manera.

¿Y pueden hacerlo?

Pues tiene pinta de que no, voz cursiva, porque resulta que ningún zahorí ha sido capaz de encontrar agua con una frecuencia mayor a la que cabría esperar por puro azar en ninguna de las pruebas controladas que se han hecho hasta la fecha.

Espera, espera. ¿Qué quieres decir con «pruebas controladas»? No será alguna artimaña de la «ciencia oficial» para desprestigiar a los zahoríes, ¿verdad?

Para nada, voz cursiva. Lo que pasa es que, si quieres saber si los zahoríes se guían por su técnica secreta y no por sus conocimientos sobre el terreno, tienes que encontrar una manera de poner a prueba sus capacidades en un contexto en el que sólo puedan usar ese «don» para guiarse hacia el agua.

No me termino de fiar…  ¿No tienes algún ejemplo gráfico de esas pruebas?

Pues sí, gracias a que James Randi puso a prueba las habilidades de los zahoríes el siguiente documental en el que aparece uno de estos experimentos (a partir del minuto 21:00):

La prueba era simple: se enterraron 10 tubos bajo la superficie y los zahoríes debían adivinar por cuál de ellos estaba pasando agua (después de que les dejaran varios intentos para que se «adaptaran» a la «energía» del agua). Como no podían guiarse por su entorno para descubrir a través de qué tubo fluía el agua, en esta prueba los zahoríes deberían haber podido adivinar dónde estaba el agua gracias a ese famoso «don» suyo.

¿Y cuál fue el resultado? Pese a que todos los participantes creían que podrían detectar la presencia del agua en las condiciones experimentales que se habían acordado, ninguno de ellos logró acertar qué tubo se encontraba activo más veces de lo que lo haría por puro azar. En este otro vídeo se puede ver un experimento parecido, pero en él aparece un zahorí que dice poder encontrar minerales que contienen zinc.

Pues entonces no entiendo nada. Si los zahoríes no pueden encontrar agua, ¿entonces por qué los palos que llevan en las manos se mueven se acercan hacia ella?

Fíjate, voz cursiva, en que los instrumentos que utilizan los zahoríes son muy inestables, en el sentido de que cualquier mínimo movimiento realizado por la persona es amplificado por el objeto que lleva en la mano. El siguiente vídeo «enseña» a usar las famosas varillas de los zahoríes para «leer auras», por ejemplo, y se puede ver cómo el más mínimo movimiento o inclinación de las manos hace que se muevan en diferentes direcciones (en el minuto 4:15).

Teniendo esto en cuenta, se puede ver que las varillas de un zahorí no se mueven en dirección al agua gracias al «don» que posee su dueño, sino que es el propio zahorí el que las mueve en la dirección que cree conveniente según su análisis del entorno. Ojo, que con eso no quiero decir que los zahoríes mientan sobre sus capacidades a propósito: es posible que no se den cuenta de que son ellos mismos los que están dirigiendo las varillas con ligeros movimientos inconscientes y realmente crean tener una habilidad especial. Al fin y al cabo, se trata de un fenómeno psicológico conocido, el llamado el efecto ideomotor.

O sea que, con la evidencia de la que se dispone, teniendo en cuenta que el poder de los zahoríes desaparece cuando no tienen pistas sobre su entorno, se puede concluir que cualquier éxito que tienen encontrando agua es atribuible a su conocimiento del terreno o a la propia estadística, pero no hay señales de que posean ningún don especial.

Por eso comentaba al principio que, antes de intentar encontrar explicaciones rebuscadas para un fenómeno que no entendemos, tenemos que asegurarnos de que ese fenómeno es real. En este caso no hace falta hablar de dones especiales o de líneas energéticas que recorren la superficie del planeta, porque el fenómeno que intentan explicar ni siquiera existe.

En definitiva, como dijo en el siglo XVI Georgius Agrícola, el fundador de la mineralogía moderna, en su libro De Re Metallica, sobre los mineros que intentaban encontrar minerales con los zahoríes: «[un minero] no debería utilizar una rama encantada, porque si es prudente y habilidoso observando los signos naturales, entiende que una rama bifurcada no le sirve de nada«.

 

 

 

11 comentarios

11 comentarios

¿Tienen los zahoríes algún don especial que les permite encontrar agua? diciembre 29, 2016 - 11:12 pm

[…] ¿Tienen los zahoríes algún don especial que les permite encontrar agua? […]

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Charli enero 14, 2017 - 6:44 pm

Excelente artículo. Muchas gracias Jordi.

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Jose.D marzo 20, 2017 - 6:10 pm

Amigo, te invito a que hagas una seccion de patrañas del siglo 21 de la falsa teoria de que la tierra es plana que algunos pseudocientificos estan volviendo a extender …

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elquequieresaber mayo 10, 2017 - 5:32 pm

José D:
Considero, una vez vistas todas esas falsedades: tierra plana,hueca,convexa, en expansión, etc que lo que es necesario averiguar es lo que se oculta detrás de todos esos «convencimientos»
Supongo que razones económicas,políticas,ideológicas,metafísicas,sicológicas,etc pero, aún así, no entiendo que se siga con tantas mentiras. Parece que sólo existe «imaginación» para unas cosas pero no para otras. Por ejemplo: sobre los círculos de las cosechas sólo hay jubilados o aliens; no veo la teoría del satélite que está practicando con la máquina para modificar la materia a distancia ¿esa posibilidad no cabe?

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elquequieresaber mayo 6, 2017 - 5:20 pm

Creo que a lo que hay que buscar una explicación es a la aparente nulidad que tienen las personas para la recepción de conocimientos que no sea por medio de los clásicos sentidos. Excepto algunos casos especiales como Edgar Caice, que entraba en trance y asi podía encontrar remedio a la salud de mucha gente. De verdad su vida sólo fué un éxito por la existencia del efecto PLACEBO? ¡Hablen por favor¡

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kaedron3vnric mayo 14, 2018 - 11:51 am

Edgar Caice, Se le murió un hijo, murió el mismo, no le tocó ni la lotería ni hizo dinero por jugar en bolsa ni nada de nada…

O era tonto o era mentira…

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Carlos Contreras Peña noviembre 10, 2018 - 11:05 pm

Hola , hay millones de personas en el mundo , todas las personas nos parecemos , pero no hay ninguna que sea la misma persona. En los zahoris pasa lo mismo , pero en algunos casos son especiales, son unicos

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Amengual noviembre 25, 2018 - 6:03 am

Felicidades y a ver si acabamos con las paraciencias de una vez o por lo menos dejarlos sin argumentos. Continuan las creencias, las supersticiones y las bobadas más absurdas. En años de investigación de campo sobre fenómenos paranormales, sólo me he dado de bruces con estafadores o con gente creida, nunca casos reales como afirman ellos. Siempre defienden cuando pocos argumentos quedan, que unos pocos casos y personas sí tienen el don y son la excepción que confirma la regla. Tampoco. Ni un sólo caso se queda sin explicación, ah, y no te digo los desajustes mentales que se barajan. Crisis existenciales, fracaso en relaciones, ……un sin fin de motivos o causas. Lo dicho, ni un sólo caso en años que valiera la pena mencionar tras análisis de situación y terreno y psicoanálisis de los implicados sin mencionar historiales. Ah, las caras de Belmez tela marinera. Parecía Lurdes aquello. Felicidades.

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Maite diciembre 16, 2018 - 12:53 pm

Hola. Ante todo quiero quiero felicitar a Jordi por el maravilloso trabajo que hace. Me encantan las entradas de esta página, se aprende un montón y despierta la curiosidad.

Me animo a escribir un comentario porque quiero compartir con vosotros mi experiencia en este mundo de los zahoríes. Quiero aclarar que yo era bastante escéptica y, además, soy física. Comienzo.

Un día acompañé a un familiar a sus tierras para ver como un vecino del pueblo le ayudaba a encontrar el mejor lugar, si es que lo había, para hacer un pozo (el cual ya lo realizaría otro día si daba lugar). Este vecino sería lo que denominariamos aquí zahorí, aunque en realidad él no se atribuye ningún don ni cualidad extraordinaria. Este hombre se servía de dos varillas de metal (no recuerdo de qué estaban hechas exactamente) en forma de L; la parte pequeña de la L la sujetaba entre sus manos sin apretar y se limitaba a ir caminando hasta que se le cruzaban las varillas. El caso es que yo y otras personas cogimos las varillas y realizamos exactamente lo mismo y prácticamente se nos cruzaban en el mismo lugar o, más bien, algo antes (a una persona no se les cruzaba, yo pienso que quizás sería porque las agarraba más fuerte de la cuenta). El hombre decía que como podíamos ver el no tenía ningún don especial lo que pasaba era que el tenía mucha experiencia y «controlaba» más o menos la intensidad del agarre para que se le cruzaran en una zona donde hay más agua (realmente no más agua si no más caudal pues el decía que el no podía encontrar balsas de aguas estancadas sino solo el agua en movimiento, los «ríos» subterráneos). Cuanta más cantidad de agua por segundo pasara bajo las varillas con más fuerza se cerrarían éstas. Como en teoría los pozos se harían sobre uno de estos ríos subterráneos, si caminas alrededor de un pozo con las varillas éstas deberían cerrarse dos veces y, como había ya dos pozos en esa finca fui a comprobarlo rodeando los pozos y, efectivamente, se me cruzaron en ambos dos veces… El muchacho me comentó que no sólo las varillas mostraban el agua en movimiento sino otros «ríos» subterráneos como movimientos de gas. Resumiendo, este hombre lo que decía detectar eran corrientes subterráneas y no bolsas.

Dado que yo misma había experimentado el cierre espontáneo de las varillas y siempre en los mismos lugares me quedé un poco loca así que cuando llegué a casa cogí mi móvil y les escribí a mis amigos físicos compañeros de carrera para contarles mi experiencia. Algunos simplemente se lo tomaron a coña, otros dijeron que quizás yo los cerraba involuntariamente porque ya sabía donde se debían cerrar o cuantas veces pero dado que yo soy esa persona esa teoría no me acababa de convencer pues muy inconsciente debía ser pues yo para nada esperaba que se me cruzaran.
Solo otra compañera compartió su experiencia:
«Mi padre tiene dos alambres no galvanizados, en forma de L. El palito más pequeño de cada L lo tiene colocado en dos capuchones de bolígrafo, que es lo que agarra, de forma que no toca directamente los alambres en ningún momento (un pensamiento muy científico por parte de mi señor padre ❤). Él se concentra en ir sosteniendo los capuchones en vertical y hay zonas donde los alambres se vuelven locos y se cruzan. Yo, escéptica, decidí sostener yo los bolígrafos para tratar de ser lo más objetiva posible y, efectivamente, donde hay bolsas de agua en el subsuelo (comprobado lejos y cerca de pozos), los alambres se cruzan solos, mientras que en el resto del lugar se mantienen más o menos paralelos…»

En fin… con este tocho solo quería contar esta experiencia e intentar ver que explicación creéis que podría tener. Yo lo primero que pensé es que quizás las corrientes crearan un campo magnético que interraccione con las varillas o algo así… aunque no lo he meditado mucho. También me hubiera gustado fabricarme unas varillas y hacer más pruebas pero no he tenido tampoco el tiempo ni he encontrado el momento.

PD: El vecino «zahorí» me comentó que el había practicado con una tubería y que hacía pasar mas o menos corriente de agua y que así con la práctica podía saber más o menos la cantidad de litros por segundo que pasaban bajos sus pies… no sé. Ahí lo dejo…

Un saludo a todos 🙂

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Rafel febrero 20, 2020 - 10:35 pm

hola, sin dudas se debe respetar toda manera de pensar, pero me da no se que de la manera de decir que un una persona que sea capas de encontrar agua con una vara, varillas, un hilo con una piedra , péndulo… sea mentida me asquea, pues yo soy uno de esos que me alegro de ese no se que de tenerlo, el ultimo pozo que indique su situación y profundidad, me equivoque en tres palmos de profundidad, indique que estaba a 147 palmos y encontraron el agua a 144, digan lo que digan por no poder demostrar algo que no se puede explicar se nieguen a ello, y les digo que y en ese terreno jamás busque agua ni se en que profundidades están los pozos de la zona ¿ entonces como es posible que supiera la profundidad?

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Coronel Sakura mayo 11, 2020 - 8:42 pm

Estoy de acuerdo con Rafel. Si no lo entendeis lo descalificais pues con vuestros pobres métodos os creeis saber más y llamáis supersticiosos a los que saben. Vivo en el campo y desgraciadamente no poseo esa capacidad de encontrar agua. No se me cruzan las varillas ni con amenazas pero hay un señor que busca pozos y lo hace gratis. Y sabe detectar el lugar donde la corriente está más cerca de la superficie. Lo que son patrañas son muchas de las chorradas que he leído en este artículo y en los comentarios de mentes positivistas y de escaso espíritu.

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