El desierto del Sáhara es un lugar que, a primera vista, no parece demasiado variado geológicamente (hemos estado haciendo el tonto con Google Earth otra vez).
En la imagen, un área del Sáhara, en Mauritania, de 375 por 243 kilómetros (91.125 kilómetros cuadrados).
Así que te confías y vas navegando con el ratón por la zona, convencido de que no vas a encontrar nada interesante, hasta que llegas a Mauritania y dices «YEP».
¿Pero cómo no va a ser el cráter del impacto de un asteroide si tiene estructura circular y es enorme y bla bla bla bla?
Porque en una colisión de esas proporciones la energía liberada deja las rocas echas un desastre y eso no es lo que se observa en la estructura de Richat.
La corteza terrestre es una capa sólida muy fina comparada con todo el volumen de roca fundida que es el interior de nuestro planeta. Además, como explicábamos en esta entrada, el magma del interior de la Tierra ni siquiera está repartido de manera uniforme, y a veces tiende a acumularse en ciertas zonas debido a corrientes convectivas que aparecen en el material líquido. Estas zonas suelen ceder a la presión y el magma termina colándose hacia la superficie formando volcanes pero, si la corteza es suficientemente resistente para contener la corriente de material fundido, el fenómeno se manifiesta de otra manera: la corteza se deforma sin llegar romperse.
La corteza terrestre no está compuesta de una capa uniforme de roca, sino que su composición varía con la profundidad dependiendo de las condiciones de cada punto de la superficie terrestre (o bajo ella), formando diferentes estratos.
En el caso de la estructura de Richat, el viento del desierto ha ido erosionando las capas deformadas y levantadas por el magma hasta dejarlas al nivel del resto del suelo, exponiendo los estratos que antes estaban enterrados.
Claro, que este es un dibujo en dos dimensiones. Para ser más fieles a la realidad, habría que imaginar una gran porción de terreno elevada en forma de un montículo (o varios) compuesta por varias capas de roca diferentes que van sido desgastadas hasta borrarlas del mapa, exponiendo al aire una sección de su interior.
Y, nada, os dejo con una imagen por satélite bien hecha.
Crédito: apod.nasa.gov
4 comments
¡Muy sencilla e interesante explicación! Me divierto leyendo cada post de ustedes, Cienca de Sofá. Saludos desde Colombia.
saludos exelente
Solo una cuestión a lo expuesto…. ¿como leche ha actuado la erosión en todas sus variantes para hacer que un montículo, cerro, montaña o como se llame de 50 km2 quede totalmente plana?
Me parece una teoría incompleta, aun siendo algo totalmente natural no creo que se haya creado tan simplemente, mas si cabe si en la proximidades existen montañas o terrenos a diferentes alturas, ¿entoces hablariamos de una erosión selectiva?
Sintiendolo mucho, discrepo de las «teorías oficiales» en diversos aspectos, pues algunas soin tan inconsistentes como las no oficiales
Pienso que habría que estudiar el terreno muy a fondo, y hacer perfiles con los desniveles que pueda tener, por lo poco que se puede apreciar en la foto me parece bastante extraño el perímetro de la zona afectada… en ciertos sitios parece un como resultado de un impacto (Teoría del meteorito), por otro lado si la erosión hubiese sido producida por el viento… la corteza erosionada está compuesta por materiales de diferente dureza, por lo que nunca se produciría una superficie plana, sobresaldrían las partes duras, vetas de rocas o similar y las partes blandas o arenosas se irian retirando, lo dicho, no quedaría una superficie plana, y prueba de ello son los terrenos de gran erosión eólica en las que las rocas quedan talladas de extrañas maneras, o quedan montículos con una piedra encima….
un saludo