Este vídeo me ha dejado francamente impresionado: un iceberg que se da la vuelta. Es decir, que parte de su masa sumergida bajo el agua sale a la superficie, y viceversa.
Os estaréis preguntando por qué ocurre esto (o no, entonces podéis dejar de leer, no me voy a enterar).
En un líquido las cosas flotan en una posición concreta según su forma, la distribución de su masa, su propia densidad y la del líquido. En el caso de los icebergs flotando en agua salada, estas condiciones los obligan a que:
– Alrededor de un 90% de su volumen se encuentre siempre sumergido.
– Tiendan a quedarse en la posición que garantice que el peso (en realidad, el momento de fuerza generado por el peso) de cada uno de los pedazos que lo componen quede en equilibrio con los demás.
Pero, claro, un bloque de hielo campando a sus anchas no es una cosa que mantenga su forma indefinidamente. Si algún trozo de un iceberg se funde o desprende, su forma original cambia y también lo hace la manera en la que su peso está repartido, así que su peso deja de estar en equilibrio.
Como el iceberg no puede hundirse por completo, la nueva distribución de fuerzas modificará la posición del iceberg hasta una que el 90% de su nuevo volumen vuelva a estar sumergido y la distribución su peso vuelva a estar en equilibrio.
Mejor me dejo de palabrería y cuelgo una imagen:
Nótese que aquí el asunto de «el 90% del volumen sumergido » no se cumple, sólo es un esquema para dar una idea general.
1 comentario
Wow sin duda alguna es maravilloso