El otro día colgué en Facebook una entrada antigua en la que respondía a la pregunta «¿Cuándo desaparecerá el campo magnético terrestre?« y recordé que me habéis preguntado varias veces cómo podría afectar a nuestras vidas la infame (y supuestamente inminente) inversión de los polos magnéticos del planeta. Gracias, prensa sensacionalista, por darme trabajo.
El campo magnético del planeta aparece a partir del movimiento del hierro fundido que rodea el núcleo sólido de la Tierra (explicaba el proceso en esta entrada) y se extiende formando una «burbuja» magnética invisible a nuestro alrededor de 1.600.000 kilómetros de radio. Esto convierte el planeta en un imán gigantesco, aunque no demasiado potente, que ejerce su influencia sobre cualquier cosa cargada eléctricamente que se le acerque lo suficiente.
Un imán espolvoreado con partículas de hierro desvela la forma de su campo magnético. El de la Tierra es igual.
¿Y sirve para algo el campo magnético o está ahí sólo para ayudar a los pájaros durante sus migraciones?
Pues sí, sirve para algo más.
El sol está hecho de plasma, y el plasma no es más que gas muy caliente con carga eléctrica. Nuestra estrella no para de emitir plasma en todas direcciones de manera constante, formando una corriente continua de partículas cargadas llamada viento solar.
Si el viento solar pudiera impactar directamente contra nuestra atmósfera, poco a poco iría arrancándola del planeta hasta dejarlo sin gas. Esto es lo que ocurre en Venus, cuyo campo magnético es casi 67.000 veces más débil que el de la Tierra: como no tiene suficiente fuerza como para detener las partículas cargadas, el viento solar arrastra al espacio el gas de las capas más altas de la atmósfera, formando una finísima «cola» parecida a la de un cometa que se extiende millones de kilómetros. Pero, bueno, su atmósfera es 100 veces más densa que la nuestra, así que el viento solar tardará mcuho en dejarlo «pelado».
Y el viento solar no es lo peor que puede hacer el sol. De vez en cuando, nuestra estrella lanza súbitamente al espacio parte de su atmósfera en las llamadas eyecciones de masa coronal. Durante estos eventos, gigantescas erupciones de gas cargado a altas velocidades salen despedidos y, si son muy potentes y da la casualidad de que nos encontramos en su camino, pueden ocasionar problemas que expliqué en esta entrada sobre tormentas solares.
Una eyección de masa coronal.
Por suerte, vivimos en un planeta con un campo magnético que es una maravilla (si no lo tuviera a lo mejor no estaría aquí para decir «por suerte») y desvía todas estas partículas cargadas, impidiendo que toquen la atmósfera para hacer sus perrerías.
Bien, pero, ¿Cómo sabemos que el campo magnético va a invertirse?
Al entrar en los dominios de un campo magnético, los átomos que componen un material ferromagnético tienden a alinearse en la dirección de este campo (lo explicaba con más detalle en esta otra entrada sobre ferrofluidos).
El magma fundido del interior del planeta contiene partículas ferromagnéticas que, gracias a que se encuentran sumergidas en un líquido, tienen libertad para alinearse en la dirección del campo magnético terrestre. Cuando el magma sale a la superficie y se solidifica, las partículas quedan congeladas con esa orientación.
Al principio del siglo XX, los geólogos notaron que algunas rocas con una antigüedad superior a 780.000 años estaban magnetizadas en el sentido opuesto al campo magnético actual. Esto tan sólo podía significar que los polos magnéticos habían estado invertidos en el pasado.
Para estudiar mejor este fenómeno, en la década de los 60 se equiparon buques de investigación con magnetómetros que escanearon el fondo marino. Cuando se hicieron las gráficas con los resultados sobre un mapa, quedó claro que el suelo oceánico está dividido en bandas alternadas de roca magnetizada en diferentes direcciones.
La explicación detrás de esto es sencilla: a medida que sale material líquido del interior del planeta a través de las divisiones entre placas tectónicas y se solidifica formando suelo nuevo, en la roca queda registrada la dirección en la que apunta el campo magnético en el momento de su solidificación.
(Fuente)
Adjunto una imagen de una medición del magnetismo hecha por satélite, bastante más esclarecedora:
Las bandas están a la izquierda dela imagen, correspondiente a la zona Del Atlántico junto a la costa de España y Portugal. (Fuente)
Gracias al estudio de estas franjas y el material de las rocas, sabemos que las reversiones de los polos magnéticos tardan entre 1.000 y 10.000 años en producirse y que tienen lugar, de media, cada 450.000 años.
Esto es sólo un promedio, claro. La última ocurrió hace 780.000 años, pero no significa que el planeta esté haciendo cosas raras. Si miramos el registro de la orientación del campo magnético que se remonta a hace 180 millones de años (no hay suelo oceánico más viejo), podemos ver que la cantidad de tiempo que la Tierra permanece en una configuración magnética puede variar muchísimo.
Las zonas en negro son etapas en las que la polaridad era la misma que ahora. Los números de abajo representan la antigüedad, en millones de años. (Fuente)
Bueno, vale, ya sé por qué ocurre y que esto lleva pasando desde que el mundo es mundo, pero… ¿Corremos peligro por ello?
La humanidad nunca ha experimentado una inversión de los polos magnéticos, ya que la última tuvo lugar hace 780.000 años, así que no hemos podido observar sus efectos directamente pero, por suerte, tenemos muchas pistas en el pasado.
En las rocas no sólo queda grabada la orientación del campo magnético sino también la intensidad del mismo, de manera que hemos podido descubrir que la intensidad total del campo magnético disminuye durante los entre 1.000 y 10.000 años que dura una reversión de los polos.
Un campo magnético más débil no puede desviar las partículas cargadas más energéticas y, por tanto, un mayor número de ellas podrá entrar hasta la atmósfera terrestre.
¿Y eso es muy grave? ¿Voy pidiendo una reserva de comida de supervivencia?
No, cuelga el teléfono.
En los registros fósiles no existe ninguna extinción masiva que pueda relacionarse con alguna reversión magnética del pasado porque, aunque un campo magnético más débil bloquea una menor cantidad de radiación que nos llega del sol, nuestra atmósfera es un escudo incluso mejor que el campo magnético, así que nosotros estaremos protegidos de todas maneras.
De hecho, durante los últimos 10.000 años el campo magnético ha tenido épocas de flojera y, hasta donde sabemos, la vida seguía su curso con normalidad.
(Fuente)
La intensidad del campo magnético ha decrecido más acusadamente (de repente la da por hablar fino) desde el año 1840, lo que sugiere que el cambio de polaridad del campo magnético terrestre llegará dentro de 2.000 o 4.000 años, aunque las últimas estimaciones sugieren que podría ocurrir tan pronto como dentro de 100 años. También podría no ocurrir en absoluto y que el campo magnético volviera a la normalidad, como ya ocurrió hace 41.000 años cuando el planeta hizo un amago de reversión que resultó en 440 años de debilidad magnética, para luego volver a la normalidad.
Ocurra antes o después, en realidad el mayor peligro que surgiría del periodo en el que el campo magnético terrestre es más débil lo correrían nuestros sistemas electrónicos ya que, al interactuar con la ionosfera terrestre, las partículas cargadas producen grandes corrientes eléctricas, que a su vez generan fuertes campos magnéticos, que a su vez producen más corrientes eléctricas y… Al final de esta cadena retroalimentada están nuestros equipos electrónicos que, sometidos a campos magnéticos suficientemente potentes, pueden fallar catastróficamente: tendidos eléctricos quemados, satélites inutilizados… Esa clase de cosas.
Para hacernos una idea de lo que son capaces estos campos magnéticos generados en el aire por las partículas cargadas, la tormenta geomagnética más fuerte de la que se tiene constancia (provocada por una eyección de masa coronal) ocurrió en 1859 y fue tan violenta que salieron chispas de los postes de telegrafía.
O sea, que habría que preparar planes de contingencia por si una tormenta solar especialmente potente se desatara mientras la Tierra está protegida por un campo magnético más débil.
Por suerte, las eyecciones de masa coronal viajan mucho más lentas que la luz y, gracias a nuestros satélites cercanos al sol, podemos recibir el aviso de que se ha desatado una tormenta solar potencialmente peligrosa horas antes de que llegue a la Tierra. Esto nos da un poco de margen para desconectar las máquinas que hagan falta y tomar las medidas protectoras necesarias.
¿Y LOS ANIMALES? ¿ES QUE NADIE PIENSA EN LOS ANIMALES?
No hay consenso científico acerca de cómo afectaría la inversión de los polos a los animales que utilizan el campo magnético para orientarse, como las ballenas, las abejas, las palomas, las tortugas o los salmones.
De todas maneras, como la inversión de los polos magnéticos es un proceso lento, seguramente pasarían varias generaciones de animales hasta que el cambio de polaridad se hubiera realizado completamente, lo que les daría tiempo de adaptarse.
4 comments
También hay otra causa por la cual parecen estar aumentando tanto la frecuencia, como la intensidad de los sismos en el planeta, e inducen a las personas a teorías catastrofistas, como la que comentaste sobre Yellowstone: Se está produciendo la inversión de los polos magnéticos de la Tierra, como ocurre rutinariamente cada 700.000 años(como dices en el artículo)…Ya ocurrió en el pasado y seguirá ocurriendo en el futuro, pero tiene una consecuencia inesperada: como sabemos existe una interacción entre el corrimiento del eje magnético y la oscilación del núcleo metálico-ferroso del planeta…Vamos, que interaccionan entre si…Al oscilar también el núcleo, arrastra por rozamiento a las placas tectónicas, y éstas a su vez, aumentan la cantidad de terremotos producidos en el mundo…Bastaría comprobar los records de sismos de gran intensidad, que se han producido en el pasado mes de Abril, y Mayo…Muy bueno el Blog, excelentes los artículos…
[…] ¿Se están invirtiendo los polos magnéticos de la Tierra? […]
Hola Jordi, hoy acabo de conocer está pagina web, ya llevo leídos ¿20? artículos tuyos y ya la he incluido en marcadores favoritos.
Quiero felicitarte por la web y también agradecerte tus explicaciones de andar por casa para aquel a quien las ciencias siempre se le complicaron, de una manera también cómica y entretenida. A partir de hoy leeré tus artículos.
Te animo a que no dejes de escribir, sin olvidar claro está tus propias obligaciones personales.
Un saludo 😀
¿Pero en fin, por que ocurre el cambio de polaridad?
explicaste que es el campo magnético, como se comprobó el cambio de polaridad y como nos puede afectar, pero me quede con la misma duda, ¿cuáles son las causas de ese cambio?…
Bueno investigare en otro dado ya que me quede con la duda,
te felicito por tu web.