Ya estoy disponible de nuevo para llevar el blog con normalidad, así que retomo la sección de respuestas y os recuerdo que podéis enviar vuestras preguntas a jordipereyra@cienciadesofa.com.
Cuando empecé con Ciencia de Sofá no dedicaba tanto tiempo a las entradas como ahora. Era más una página de «curiosidades» que podía actualizar muchas veces a la semana. Cuando implanté la sección de Respuestas me gustó profundizar más en los temas y hacer entradas más largas y elaboradas… Y así he acabado. Un ejemplo de aquella época es esta entrada extremadamente corta en la que explicaba que los océanos contienen 20 millones de toneladas de oro disuelto.
Lo que sería un cubo de oro de prácticamente 101 metros de lado.
¿¡Qué… Qué dices!? Ahora vuelvo, voy a… Eeeeh… Comprar un filtro y una bomba para extraer agua… Es para un amigo…
No tan deprisa, voz cursiva, recuerda que no tienes un cuerpo físico. Y, aunque lo tuvieras, tu empresa estaría destinada a la bancarrota.
Sí, vale, 20 millones de toneladas es un montón de oro, pero los océanos son inmensos. Mirad por ejemplo el Pacífico, que ocupa el 30.5% de la superficie del planeta (es casi lo único que se ve en el globo terráqueo si se intenta captar todo en una imagen).
La inmensidad de los océanos se traduce en que el oro está muy repartido por todo su volumen. De hecho, está tan esparcido que en realidad tan sólo hay unas 13 mil millonésimas de gramo por litro de agua.
En el momento de escribir esta entrada el precio del oro ronda los 36,5€/g, así que cada litro de agua que bombeáramos y filtráramos para extraer el oro que contiene nos proporcionaría unos despreciables 0.0000000028 euros. Incluso filtrando 1 millón de litros de agua por día, nuestro sueldo mensual sería de sólo 7.2 céntimos.
Eso no nos llegaría ni de lejos da para cubrir el gasto energético que habríamos gastado filtrando 36 millones de litros de agua. Y no, si pensabas hacerlo a mano, tampoco cubre el gasto calórico que necesitarás para bombear todo ese líquido.
O sea, que nos podemos olvidar de extraer agua de los océanos usando métodos convencionales. Pero, ¿Y si no somos nosotros los que bombean? ¿Y si lo hace alguien por nosotros gratuitamente?
Esta es la idea de Manuel Montaner, que me mandó la siguiente pregunta (en noviembre, para que veáis lo eficiente que soy organizando el blog): ¿Se pueden utilizar mejillones para extraer oro del agua de mar?
El planteamiento tras la pregunta es el siguiente. Los moluscos se alimentan de pláncton y otros organismos microscópicos que flotan en el agua. Pero, claro, debido a su falta de movilidad, los mejillones se dedican a absorber el agua y filtrar todos los organismos que contiene.
(Fuente)
Además de atrapar pláncton y otros microorgansimos, ¿Podrían los mejillones separar y acumular en sus cuerpos el oro que está disuelto en el agua, para poder luego extraerlo en concentraciones mayores?
La idea general detrás de este concepto no es absurda. Un equipo de científicos en Malasia ha descubierto que se pueden utilizar moluscos para monitorizar el nivel de contaminación por metales pesados en el agua. Viendo cuánto metal han absorbido y depositado en sus cuerpos durante un período de tiempo concreto y conociendo el ritmo al que filtran agua, los investigadores pueden calcular los niveles de cobre, níquel y plomo en el océano que los rodea.
El molusco de la especie Perna Viridis con el que se mide la contaminación. (Fuente)
O sea, que los mejillones pueden absorber y almacenar algunos metales presentes en el agua. Vamos bien encaminados.
Pero, claro, el oro es un elemento muy estable químicamente y no tiende a mezclarse con nada. No he encontrado datos para los mejillones en concreto, pero el cuerpo humano no es capaz de absorber el oro que ingiere. Eso explica por qué hay gente un poco gilipollas con mucho glamour que mete pan de oro en su champán y gente que… Bueno, no sé qué tipo de persona adereza con oro sus hamburguesas.
Para los que os lo estáis preguntando, su precio es de 666$. (Fuente)
Con esto en mente, es razonable suponer que de la minúscula proporción de oro que hay en el agua, los mejillones absorben y fijan en sus organismos sólo una parte diminuta.
Teniendo esto en cuenta, para nuestro experimento mental nos pondremos en la mejor situación posible (en términos económicos) y supondremos que nuestros mejillones están genéticamente modificados para que todo el oro que pasa a través de ellos quede depositado en su organismo.
Vamos a ver si esta idea puede jubilarnos anticipadamente.
Los mejillones filtran el agua a un ritmo de alrededor de 40 litros al día. O sea, que uno de nuestros mejillones especiales podría llegar a acumular 0.00000000307 gramos de oro diarios en su interior, lo que equivaldría 0.00000112 gramos al año. Hablando en términos económicos, estamos hablando de 0.000000112€ cada día o 0.0000409€ al año por cada mejillón. Los mejillones comunes pueden vivir de 18 a 24 años, así que cada mejillón acumularía en su interior entre 0.000736 € y 0.000981 € en oro durante toda su vida.
Esto no pinta muy bien: si nuestro mejillón medio vive 21 años, acumulará en su interior oro por valor de 0.000856€ o, lo que es lo mismo, 0.0856 céntimos. Es decir, que el coste de producir y extraer el oro del interior del molusco debería ser menor a 0.0856 céntimos para obtener algún beneficio.
¿Existe algún método económicamente viable de llevar a cabo esta tarea? Así de primeras, se me ocurre que podrían disolverse los mejillones en gigantescos depósitos de ácido sulfúrico o clorhídrico (no os preocupéis, esperamos a que los mejillones mueran de viejos para que acumulen la mayor cantidad de oro posible). Como el oro es prácticamente inerte, no reaccionaría con el ácido y, debido a su densidad, se acumularía intacto en el fondo de los barreños donde podría ser recolectado.
Este método permitiría el tratamiento de grandes cantidades de mejillones al mismo tiempo, así que a lo mejor el coste por cada unidad podría ser suficientemente bajo como para que resultara rentable. Pero hay un problema con este sistema (y con la incineración, que es el otro método que se me había ocurrido): el oro no sería el único metal que contendría los mejillones en su interior, así luego habría que realizar algún otro paso para separar el oro del resto.
Por otro lado, habría que tener en cuenta los costes del equipamiento, mantenimiento de las instalaciones, sueldos del personal, transporte, recogida de mejillones… En definitiva, todos estos costes sumados y repartidos entre el número de mejillones utilizados deberían ser inferiores a los 0.0856 céntimos por mejillón.
La verdad es que no puedo afirmar que sea una tarea irrealizable pero, a juzgar por la ausencia de individuos que están explotando este sistema, me atrevería a decir que es un negocio imposible. O sea que…
CONCLUSIÓN: por supuesto que se puede extraer oro usando mejillones… Pero conseguir cantidades increíblemente pequeñas conllevaría un esfuerzo exageradamente desproporcionado. Si tu objetivo es hacerte millonario a costa de algún molusco, te aconsejo que te dediques a las perlas.
6 comments
He sacado en conclusión de esta entrada, que si pido una hamburguesa de 666$ me traeran el pan chamuscado por la parte de dentro. No la pido, no porque no tenga dinero sino porque parece algo… diabólica.
Muy interesante.
[…] ¿Se puede extraer oro de los océanos usando mejillones? […]
Existe otra manera, eolo que indirecta, esto es, no buscamos oro sino que, oro, plata, cobre… etc son subproductos recuperables pero lo qie buscamos es… AGUA, agua potable para mas señas. Las desaladoras recuperan varios metales como subproducto.
Gran artículo! Muy entretenido e interesante.
Señor Ciencia de Sofá. ¿Nunca ha pensado abrir un canal de YouTube para contarnos todas estas curiosidades? Sería realmente un canal interesante. Y a lo mejor ganaría algún ahorrillo. Eso sí, lo acaba haciendo no suba gameplays. Buenas tardes.
Era de esperar que no fuera rentable extraer oro del mar. Siendo tan mínima la proporción por litro, cualquier otro negocio es mucho mejor. La única opción y tampoco debe ser viable es aprovechar un negocio que obligadamente filtre agua para intentar rentabilizar este segundo. Aún así difícil.