Alberto Caparrós me envió un e-mail hace un tiempo preguntándome por qué todos los planetas del sistema solar giran alrededor del sol en el mismo sentido y si sería posible que un planeta orbitase su estrella en dirección opuesta a los demás.
Es una pregunta muy interesante pero, para responderla, tendremos remontarnos unos 4.600 millones de años hasta la época en la que se estaba formando el sistema solar.
Las estrellas se forman en el interior de densas nubes de gas y polvo que flotan por el espacio. A medida que las regiones más densas de estas nubes se empiezan a colapsar bajo su propia gravedad, su velocidad de rotación va aumentando por la conservación del momento angular (del que hablaba en esta otra entrada). Por tanto, a medida que el gas se comprime para dar lugar a una estrella, ésta hereda la dirección de giro que seguía el material que componía su región de la nebulosa.
Una región de formación de estrellas en la nebulosa de Carina.(Fuente)