Nuria Lozano me envió la siguiente pregunta a jordipereyra@cienciadesofa.com: ¿está la Tierra entradita en carnes o más bien flaqui?
Ese era el «asunto» del e-mail, claro. En correo en sí, Nuria especificaba que lo que le gustaría saber es si la masa de nuestro planeta ha ido aumentando o disminuyendo desde que se formó. Es un tema interesante, pero antes de empezar tenemos que grabarnos a fuego una cifra en la cabeza: la Tierra tiene una masa de 6 cuatrillones de kilos… O, dicho de otra manera, 6.000.000.000.000.000.000.000.000 kg.
Teniendo esto presente, ya podemos empezar.
En primer lugar, dejemos claro lo obvio: aunque los seres humanos construimos edificios, la población aumenta, las rocas se erosionan y los ríos sueltan material al mar constantemente, ninguno de estos procesos hace que la masa de nuestro planeta cambie, porque simplemente mueven de un lado a otro la materia que ya contiene la Tierra.
¿De verdad tenías que aclarar eso?
Bueno, voz cursiva, a todos se nos va la pinza de vez en cuando y siempre aparece algún despistado en la sección de comentarios. O sea, que la masa de nuestro planeta sólo puede cambiar con el tiempo si de alguna manera intercambia material con el espacio que lo rodea… Y, como bien dice Nuria en su e-mail, los meteoritos que caen a la Tierra cada día añaden masa a nuestro planeta.
Los meteoritos no son sólo los pedruscos espaciales inmensos de películas como Armaggedon. De hecho, una gran cantidad de meteoritos mucho más pequeños entran constantemente en la atmósfera terrestre. En algunos casos, como el meteorito de Chelyabinsk, el trozo de roca tiene el tamaño suficiente como para explotar en el aire y reventar los cristales de los edificios en un radio de varias decenas de kilómetros con su onda expansiva (todo este desaguisado lo provocó una roca que «sólo» medía unos 20 metros de diámetro que pesaba 10.000 toneladas y viajaba a unos 19 kilómetros por segundo).